En un patio cordobés, Isabel recuerda

Isabel Amil, con Ana Pastor (La Sexta).

Isabel Amil, con Ana Pastor (La Sexta).

FERRAN MONEGAL

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Este ejercicio que acaba de comenzar <b>Ana Pastor</b> en La Sexta (<strong><i>¿Dónde estabas entonces?</i></strong>) no es una simple visita al archivo, ni una recolección más o menos ingeniosa de imágenes retrospectivas. Es otra cosa. Es como haber metido en una batidora aquel bolero de Los PanchosAlma, corazón y vida, con aquel tema de Fito Páez «Hay recuerdos que no voy a olvidar, personas que no voy a borrar, silencios...», y todo junto agitado suavemente. O sea, una mirada atrás con intención. En esta primera entrega, en esta primera regresión, a 1977 en concreto, hay unos cuantos momentos intensos. Las palabras de un sindicalista histórico, Rafa Merino, por ejemplo, cuando recuerda: «Con la muerte de Franco no se resolvió todo. El aparato del Estado seguía siendo el mismo».

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Efectivamente, aquel famoso y terrible adagio «Todo está atado y bien atado» no era una frase solamente. La atadura siguió después de que en el tétrico Valle de los Caídos se cerrase la losa.Y hoy, 40 años después, a veces parece que la atadura permanece y que la losa no hay manera de cerrarla del todo.

Otro instante fue la voz quebrada, emocionada, de Jaime Sartorius, el abogado que asumió la acusación particular contra los asesinos de los abogados de la calle de Atocha, al recordar el valor de Adolfo Suárez al legalizar el PCE: «Por primera vez un primer ministro no nos amenazaba. Franco, en todos sus discursos de Fin de Año, siempre hablaba de la anti-España, de los malos españoles. Que un presidente de Gobierno dijese lo contrario y legalizase lo que era normal en la calle, era señal de que la cosa cambiaba».

Y el tercer momento, sentadas en un patio cordobés, fue la conversación de Ana Pastor con Isabel Amil. Hoy a sus 74 años, esta andaluza criada en el humilde barrio del Zumbacón, recordó cuando la encarcelaron y torturaron por ser considerada «persona que siembra la zozobra en la conciencia nacional». Tenía 19 años entonces Isabel. Repartía octavillas y ejemplares de Mundo Obrero.

Esta mirada de <b>Ana Pastor</b> es de visión obligada para los menores de 45 años. Verán cosas que, si no las saben, es necesario que sepan. Y para los mayores, también. Nos ayuda a no olvidar aquellos tiempos en que los fascistas metían bombas en la revista satírica El Papus, y en TVE-1 Raffaella Carrà, seguramente con buena intención intentaba distraernos cantando «¡Esta noche fiesta!».