IDEAS

Terapia cultural

Salón del Manga.

Salón del Manga. / periodico

Xavier Bru de Sala

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Triunfa el manga pero el teatro, las librerías y las galerías sufren. La OBC, el Auditorio o el Palau aguantan, a pesar de que muchos espónsors aprovechan o se preparan para escaquearse. Parece pues que el estrés social favorece la evasión (manga), apenas perjudica la abstracción (música) y se encarniza contra el resto. Disfrazarse, visitar mundos imaginarios o viajar (ni que sea a la tristísima Bruselas) constituyen tratamientos de éxito. La música, tanto la de concierto como la amplificada, conduce a otro tipo de clímax emocional que finalmente libera los espíritus por un efecto similar al post coitum. 

Existen dos vías para superar el batacazo: militancia cultural lo construirse un compartimento estanco

En este intento de explicar por qué la fase aguda actual afecta de manera tan disímil unas actividades culturales de otras, dejamos de lado el Liceu, los monumentos y los museos que dependen en buena medida del turismo. Centrémonos donde conviene: el público cultural militante, formado por los ciudadanos más sensibles, mantiene al límite los dos sistemas digestivos, el real y el simbólico. Ni nuevas experiencias culinarias, ni teatro. Aquello que buscamos con una buena cena en buena compañía no lo podemos digerir por culpa del nudo político en el estómago. El teatro como paradigma de investigación cognitiva a través del conflicto nos encuentra saturados por la gran confrontación.

Rebajadas las ayudas públicas, existen dos vías para superar el batacazo allá donde se produce. Una es la militancia. Cultura más que nunca, teatro más que nunca, etc. La otra, complementaria, consiste en la creación de un tipo de compartimento tan estanco como a cada cual, y a la sociedad, le resulte posible. Nuevas complejidades. Multiplicidad creativa de planos. Dado que va para largo, más vale encapsularlo, desteñir lo demás. Inspirar profundamente y aflojar los nervios no está reñido con defender las propias convicciones.

Por cierto, que el 21-D, Ibercàmera vota en el Palau por el 'Mesías'.