Veinte años de la edición en catalán de EL PERIÓDICO

El pensamiento de grupo, bahía de Cochinos y el 'procés'

Cuando llegué a este diario me alegró ver cómo plantaba cara a la corriente dominante

Un seriós (i no gens trivial) Trivial_MEDIA_2

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LUCÍA ETXEBARRIA

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En 1972, el sociólogo Irving Janis acuñó el término 'pensamiento de grupo' ('groupthink') tras estudiar decisiones diferentes, todas claramente erróneas, de distintos gobiernos de EEUU: no hacer caso de los avisos de alarma anteriores al ataque sobre Pearl Harbour, decidir la invasión de Corea del Norte sin tener en cuenta la posible reacción china o entrenar a una brigada de exiliados para invadir Cuba por la Bahía de Cochinos.

Janis explica los diferentes factores que condujeron a estas decisiones catastróficas. Una gran presión directa sobre cualquier persona que se apartase de los estereotipos del grupo y una ficción compartida: la ilusión del pensamiento colectivo. Resumido en una frase de Walter Lippmann: "Donde todos piensan igual, nadie piensa mucho".

Este fenómeno del pensamiento de grupo fomenta la tendencia a favorecer los discursos dominantes y a aumentar la dificultad de que aparezcan puntos de vista alternativos.

Los consejeros de Kennedy no fueron capaces de ver algo que ahora, con la perspectiva del tiempo, nos parece evidente: la invasión estaba destinada al fracaso porque la población no iba a colaborar. De la misma forma los responsables del procés no supieron anticipar factores que ahora resultan evidentes: que las grandes empresas no iban a apoyar el proyecto, que la UE no lo respaldaría, que la parte de la población que no había votado a candidaturas independentistas haría oír su voz... Fueron víctimas del pensamiento de grupo: cuando el grupo se aísla de opiniones de terceros, y colectivamente se convence de que el éxito es inevitable es cuando se inicia el camino a la catastrofe.

A día de hoy tengo el honor de afirmar que he colaborado en los tres diarios catalanes más importantes. De uno me fui cuando un artículo que escribí sobre la infanta Cristina y que no pude publicar en las páginas del diario se viralizó por internet. En otro resultó evidente que si bien yo siempre he pensado que las aspiraciones independetistas son legítimas en cualquier región, no considero legítimo imponerlas cuando la mitad de la población de esa región no las sostiene. Se había creado en ambos casos un claro conflicto de intereses con la línea de los diarios (nunca con las personas, con muchas de las cuales conservo exceletentes relaciones).

Resistencia

Cuando llegué a EL PERIÓDICO me alegró comprobar que el diario no se había alineado con el pensamiento de grupo y que resistía -cual aquella irreductible aldea gala- a los ataques de la corriente dominante. Recibimos insultos de todo jaez pero yo comprobé con alegría que no tendría que irme.

Quiero felicitar a EL PERIÓDICO por los 20 años de la edición en catalán y desearles muchos éxitos y una excelente y, sobre todo, plural salud en años venideros

 Y gracias por haber sido los primeros