LA POSICIÓN DE LOS 'COMUNS'

¿Hacia una mayoría constituyente?

La ofensiva del aparato del Estado ha generado un punto de encuentro y movilización entre sectores independentistas y aquellos que sin serlo quieren una ruptura con el régimen del 78

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ESTHER VIVAS

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La centralidad del debate político hoy, con la aplicación del 155 al vuelta de la esquina, no gravita ya en torno la independencia sino en la defensa del autogobierno de Catalunya y los derechos y las libertades individuales y colectivas que se ven amenazadas con este artículo. La deriva represiva de las últimas semanas ha sido tan solo un aperitivo de lo que vendrá en los próximos meses.

La ofensiva del aparato del Estado ha generado, como vimos entre el 1-O y el 3-O, un punto de encuentro y movilización entre sectores independentistas y aquellos que sin serlo quieren una ruptura con el régimen del 78. Aquí es donde las bases de los partidos indepedentistas de siempre y las de Podem y los 'comuns' así como sectores del movimiento libertario, del sindicalismo alternativo y de movimientos sociales varios han confluido. Un frente independentista y demócrata que hay que preservar ahora más que nunca para detener la ola autoritaria.

Pero esta unidad no puede ser tan solo defensiva. Es necesario sumar fuerzas en torno a un proyecto en positivo, y la proclamación de la República catalana, visto el resultado del 1-O, y la apertura de un proceso constituyente son la mejor fórmula para movilizarse no solo en clave antirrepresiva sino con una perspectiva política y estratégica clara.

De rol secundario a actor principal

El escenario de polarización en torno a la independencia ha situado, desde hace tiempo, a contrapié el mundo de los 'comuns'. Sin embargo, en estos momentos, la ofensiva coercitiva cambia el mapa y Catalunya en Comú puede jugar un papel clave a la hora de decantar la balanza hacia una nueva mayoría política, pasando de jugar un rol secundario a ser un actor central, si empuja hacia la apertura de un proceso constituyente catalán y asume una perspectiva de ruptura institucional. La disyuntiva para el conjunto de las fuerzas independentistas y soberanistas es: ir a remolque de la represión o hacer un ejercicio de soberanía y apostar por abrir el melón del futuro marco político, económico y social de Catalunya.

Catalunya en Comú puede jugar un papel clave a la hora de decantar la balanza hacia una nueva mayoría política

Si los 'comuns' pasan a defender esta agenda, se deberían de encontrar codo a codo con los sectores independentistas más de izquierdas, que siempre han sido partidarios de un cambio de modelo, empezando por la CUP, para quien la independencia, como han repetido múltiples veces, es una vía para cambiarlo todo. El tuit de Xavier Domènech en la manifestación de este sábado, con fotografía incluida cogiéndose de la mano con David Fernàndez, diciendo: "Tiempos difíciles donde nos encontramos viejos amigos para ser de nuevo aún más nosotros mismos", tal vez sea premonitorio. Esperemos.

La apuesta constituyente es un acto de soberanía real para poner en marcha un proceso institucional y popular que permita definir un nuevo marco político y social para Catalunya. No debería ser retórica vacía de contenido, que diera alas al procesismo. Toca avanzar hacia una mayoría constituyente, formada por independentistas y partidarios de romper con el sistema surgido de la Transición, para defender la soberanía, los derechos y la libertad.