Entre el mejor y el The Best

Parece que debiera ser lo mismo pero no lo es. Cristiano Ronaldo es el The Best de esta temporada y lo gana de forma absoluta merecida, siguiendo los criterios a veces algo irregulares de este premio. Básicamente se lleva el galardón el 'crack' del equipo que gana la Champions, excepto si es el Bayern o el Chelsea; en ese caso se puede valorar incluso una repesca. Pero Cristiano fue decisivo, esta vez sí, en cada una de las finales que superó el Madrid para levantar de nuevo el trofeo.

Cristiano Ronaldo es un 'rack mundial', un delantero buenísimo, quizás el mejor rematador de todos los tiempos. Decisivo, potente, completísimo y el mejor de los mortales, solo un genio le puede superar. De no existir Messi, sería "el mejor de su generación", como dijo Zidane, quien incluso se podría permitir afirmar que "con diferencia", sin ruborizarse. Puesto que se trata del entrenador del Madrid y del que fuera el mejor jugador de su época, dejaremos que sea el paso del tiempo el que juzgue la ridiculez o no de su opinión.

Mesas distintas

Cristiano se adjudicó el The Best con justicia en una gala deslucida por la falta de emoción. Pero otra cosa es el debate sobre quién es el mejor futbolista del mundo, discusión que parecía superada hasta que Zidane nos dejó estupefactos. Hace tiempo que Messi ya no se sienta a la mesa de Cristiano. El 10 del Barça comparte mantel con Maradona, Pelé o Cruyff. Y de hecho, resulta difícil dar una respuesta definitiva a esa competición teniendo en cuenta que se trata de un mismo deporte jugado a velocidades muy diferentes. Lo dejaremos al gusto de cada uno.

Pero cabe destacar el mérito de Cristiano Ronaldo, que ha conseguido explotar al máximo sus capacidades hasta el punto de igualarse en premios al que para muchos es el mejor futbolista de la historia. La diferencia entre uno y otro sobre el campo es mucho más amplia de lo que dice el palmarés individual de ambos, y eso solo es mérito de la ambición de un Cristiano Ronaldo que nunca se ha rendido ante la evidencia de lo que dictaminará la Historia, en mayúsculas.