Al contrataque

El penúltimo despropósito

Muchos catalanes ya se habían ido mentalmente de España. Ayer Rajoy consiguió que se fuesen unos cuantos más

Actuación de la Guardia Civil en Sant Julià de Ramis en su intento de impedir la votación del referéndum.

Actuación de la Guardia Civil en Sant Julià de Ramis en su intento de impedir la votación del referéndum. / periodico

JORDI ÉVOLE

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He visto como le rompían los dedos a una chavala y la tiraban escaleras abajo.

He visto como le metían con la porra a un chaval que ya iba herido.

He visto sangrar a señoras que podrían ser mi madre.

He visto como le metían porrazos a señores que podían ser mi padre.

He visto como reducían a ancianas que podrían ser mi abuela.

Y no lo he visto solo yo. Lo ha visto toda una generación que ayer flipaba compartiendo los vídeos en grupos de whatsapp. Una generación que no lo olvidará nunca. Y lo ha visto el resto del mundo, que ayer miraba atónito lo que sucedía en Barcelona. A mi me ha pillado en Irak. La semana pasada nos llegó un permiso para grabar que hacía meses que esperábamos y el viernes pillábamos un avión, sin saber que en Mosul la gente nos preguntaría "¿qué está pasando en España?". Ayer, en el informativo iraquí las cargas de Barcelona eran la tercera noticia del día.

¿A quién se le ha ocurrido semejante barbaridad? ¿A quién se le ha ocurrido que con esta represión iban a conseguir calmar las ansias de independencia de una parte cada vez más importante de los ciudadanos de Catalunya?

Disfrutar machacando a Catalunya

Todo ha sido un despropósito. En varias ocasiones he dicho que a mi no me parecía una buena fórmula convocar este referéndum sin tener el apoyo de una mayoría más amplia del Parlament. Creo que el Govern de la Generalitat ha tensado la cuerda hasta extremos que no conocíamos. Pero si la reacción del Gobierno de España es la que vimos ayer, pues cualquier crítica a cómo se convocó el referéndum queda en un segundo plano. La violencia deslegitima al que la ejerce. 

Muchos catalanes ya se habían ido mentalmente de España. Ayer Rajoy consiguió que se fuesen unos cuantos más. Ayer muchos ciudadanos contrarios a la independencia sintieron una enorme repulsa por lo que veían. No digo que se hiciesen independentistas, pero estoy seguro de que desearían independizarse de esa España que parece que disfruta machacando a Catalunya. Por suerte, hay otra que sale a las plazas y muestra su solidaridad.

Para intentar arreglarlo, una solución pasaría por la moción de censura a Rajoy con la izquierda y los partidos nacionalistas apoyándola. Un camino hasta ahora inexplorado que parece bastante difícil. Pero si hay que esperar a elecciones, tengan en cuenta que a Rajoy le quedan todavía tres años de legislatura, tiempo más que suficiente para que Catalunya se vaya definitivamente. Después de lo de ayer, muchos piensan que la independencia es cuestión de tiempo. Y que solo los errores de los independentistas podrían cambiarlo. Y el primero que parece que quieren cometer es la declaración unilateral de independencia. No creo que sea el mejor camino. Pero en la época de los despropósitos, ya todo es posible.