EN CLAVE EUROPEA

Choque UE-Washington sobre Irán

Los ministros de Exteriores de Irán y de las grandes potencias, tras alcanzar el acuerdo, en Viena, en el 2015.

Los ministros de Exteriores de Irán y de las grandes potencias, tras alcanzar el acuerdo, en Viena, en el 2015. / AFP / JOE CLAMAR

Eliseo Oliveras

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El ataque frontal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al acuerdo nuclear con Irán ante la ONU ha ensanchado la profunda brecha que aleja a Washington de sus aliados europeos. El acuerdo garantiza el uso exclusivo civil de la energía nuclear en Irán por lo menos hasta el 2025 bajo supervisión internacional. El denominado Plan de Acción Conjunto Exhaustivo fue suscrito en julio del 2015 por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China) más Alemania y la Unión Europea (UE), impulsora de las negociaciones. "No podemos respetar un acuerdo que sirve para cubrir una eventual puesta en marcha de un programa nuclear", afirmó Trump, pese a que el Organismo Internacional de la Energía Atómica certificó a finales de agosto que Teherán respeta sus obligaciones.

Las descalificaciones de Trump, la exigencia del secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, de "introducir cambios" y "revisar" el acuerdo y las falsas acusaciones de la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, de que Irán es culpable de "múltiples violaciones" del pacto parecen preparar el terreno para que Trump certifique ante el Congreso antes del 15 de octubre que Irán "no respeta" el acuerdo. El Congreso impuso al presidente Barack Obama la obligación de ratificar cada 90 días que Irán respetaba lo pactado como condición para levantar las sanciones. Una certificación negativa de Trump abriría la puerta a la imposición por el Congreso de nuevas sanciones a Irán y a las empresas no norteamericanas que inviertan en el país.

La UE, China y Rusia defienden el acuerdo

Salvo Israel y Arabia Saudí, EEUU se encuentra aislado en su ofensiva para socavar el acuerdo con Irán. La UE, China y Rusia defienden con firmeza su validez, ya que "ha reforzado la seguridad a nivel regional e internacional". "El acuerdo funciona, no hay violaciones y da resultados. No hay necesidad de renegociarlo",  ha resumido la ministra europea de Asuntos Exteriores, Federica Mogherini. "Ya tenemos una crisis nuclear en marcha con Corea del Norte, no necesitamos crear otra", ha recordado Mogherini. La cancillera alemana, Angela Merkel, incluso propuso a Trump el 10 de septiembre usar el modelo del acuerdo con Irán para negociar una salida a la crisis con Corea del Norte.

Para intentar evitar que EEUU se desvincule del acuerdo con Irán, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha planteado la posibilidad de añadirle "dos o tres pilares"o abrir negociaciones separadas con Irán sobre los temas que preocupan a Washington: el control de los misiles balísticos, la evolución nuclear iraní después del 2025 y reforzar las garantías de seguridad a los demás países de Oriente Próximo. Macron no excluye ser el primer jefe de Estado que viaje a Teherán si sirve para facilitar que Irán acepte discutir de estas cuestiones, aunque el presidente Hasan Rohaní ya ha advertido que Irán rechaza "cualquier  cambio, alteración o añadido" al texto del acuerdo.

Teherán podría mantener el acuerdo nuclear aunque EEUU se desvinculara del mismo, siempre que el resto de firmantes lo respetara y Washington no adoptara acciones hostiles o impusiera sanciones extraterritoriales que perjudicaran las inversiones extranjeras en Irán y su plan de modernización económica.

Freno a las inversiones europeas

Precisamente, la constante amenaza norteamericana de reintroducir sanciones extraterritoriales a quien invierta en Irán, agravada por la nueva Countering Iran's Destabilising Activities Act 2017, está frenando las inversiones europeas. Los bancos europeos se resisten a financiar esas inversiones por el temor a nuevas sanciones norteamericanas. China y Rusia están aprovechando las reticencias europeas para incrementar su influencia en Irán. Los grupos financieros chinos han prestado a Irán más de 25.000 millones de euros para inversiones en infraestructuras desde el acuerdo y China se ha convertido en el principal socio comercial iraní.

La UE, no obstante, comienza a invertir e Irán. Airbus dispone del mayor contrato (22.000 millones), la francesa Total ha puesto en marcha un proyecto de 4.000 millones, las italianas Danieli y ENI han firmado contratos de 5.700 y 3.500 millones, Peugeot invertirá 400 millones en una factoría, la angloholandesa Royal Dutch Shell y la española Repsol han firmado un acuerdo provisional para producir gas natural licuado y la alemana BASF también planea inversiones. Por ello, si Washington se desvincula del acuerdo en octubre y reintroduce sanciones, añadirá al choque político tensiones económicas.