Cruyff revive en el Betis

Tonny Sanabria celebra el gol de la victoria en el Bernabéu.

Tonny Sanabria celebra el gol de la victoria en el Bernabéu. / periodico

Antonio Baquero

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Compréndanlo, estoy de subidón. Así que no respondo. Ya se lo advertí al jefe de Deportes. Él se lo ha buscado. Me lanzo pues:

Punto uno, hemos ganado al Madrid en el Bernabéu. Olé. Y hemos marcado el gol nada menos que en el minuto 'noventayramos'. Olé con olé.

Punto dos. Tremenda la jugadita. Casi dos minutos de tiquitaca. 44 toques y 22 pases. La muevo, la atraso, acelero (no veas Tellito, cómo iba), la abro, me lo pienso, la coloco medidita medidita y pa dentro. 

Punto tres. ¿No les suena? ¿De verdad que a quienes vieron el partido no les suena de nada esa puesta en escena? Quique Setién, nuestro maestro yoda, ya lo dijo en el vestuario: defendemos con el balón. Pero hombre, eso es cruyffismo puro. ¿Se han olvidado ya? #Gallinadepiel, vamos.

Punto cuatro. El Betis, como lo fueron antes todos los equipos de Setién, es hoy el descendiente directo de la filosofía del Flaco. Cromosoma Johan. Convertir el balón en protagonista absoluto, avanzar a fuerza de pases, defender con la pelota y no colgado del larguero. Y, sobre todo, salir y divertirse. Salir a divertirnos.

Punto cinco. En el fútbol, el fin justifica los medios cuando en ese fin existe la posibilidad de ganar algo. Cuando es muy difícil que ganes nada, lo importante entonces es el camino. A los béticos, nos gusta el arte, el toque, por aquí te la enseño y aquí te la escondo, las incursiones por las bandas. Medias bajadas, finta y sprint, botas blancas y un sombrero cordobés en el córner. Claro que nos gusta ganar. Solo faltaría. Pero ese no es nuestro alimento. Cuando perder forma parte de tu vida cotidiana es clave el estilo. Mejor morir de pie que palmar con siete defensas.

Punto 26. Sí, 26. Eterno 26. Porque en ese minuto todos los béticos coreamos el nombre de un catalán, el bueno de Miki Roqué, un defensa de primera que jugó con nosotros en segunda con ese dorsal y que, pese al cáncer que se lo llevó, vive en el corazón de todos los que amamos las 13 barras.

Punto y aparte. Si buscan a Cruyff, vean el Betis y crean en Setién. Salgan y diviértanse.