El ejemplo de 'el Chape'

Esta noche el trofeo Joan Gamper será algo más que la presentación oficial a la afición del nuevo proyecto de Ernesto Valverde. El partido frente al Chapecoense llega cargado de una profunda carga de emotividad y constituye un homenaje a un equipo que fue castigado por la tragedia aérea más devastadora de la historia del fútbol. La madrugada del 28 de noviembre del 2016, el vuelo de la expedición brasileña que iba a disputar la ida de la final de Copa Sudamericana se estrelló cerca de Medellín. Exceso de peso y falta de combustible. Hubo 72 muertos, la mayoría de los jugadores, técnicos, directivos y periodistas que les acompañaban en lo que iba a ser el gran hito para el modesto equipo brasileño.

Tras superar la conmoción inicial y recibir incontables muestras de solidaridad (entre ellas la invitación al torneo barcelonista), el club ha obrado el prodigio de conformar en un tiempo récord un nuevo grupo competitivo. «El club se negó a morir», dice su director deportivo. 'El Chape' no cayó en la tentación. Rehuyó convertirse en una pasarela circense (Ronaldinho, Gudjhonsen o Riquelme se ofrecieron a jugar con el equipo) y aplicó la fórmula humilde que le había permitido llegar a su primera final continental. Todo lo han hecho racionalmente, demostrando que en la periferia de la ruidosa burbuja millonaria del fútbol hay proyectos tenaces y callados que saben guardar su identidad y salir dignamente del abismo. Eso es lo que se homenajea esta noche en el Camp Nou.