Barcelona, ciudad de vacaciones

Si quieren deportes de riesgo, quédense este verano en la ciudad

Marcha de taxistas en la autovía de Castelldefels.

Marcha de taxistas en la autovía de Castelldefels. / EL PERIÓDICO

Bernat Gasulla

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ríanse ustedes del barranquismo, del 'puenting', de los safaris en tierras salvajes o de la Route 66. Si quieren deportes de riesgo en las vacaciones que muchos tienen la fortuna de haber empezado ya, no lo duden, Barcelona es su destino. La capital ha sido estos días el epicentro de varios terremotos simultáneos, aunque, eso sí, de diferente intensidad: taxi, metro, aeropuerto, Bicing, Renfe, obras en la Ronda de Dalt... 

La emoción está garantizada en la capital de Catalunya. De la misma manera que los turistas previsores llevan siempre consigo el plano de la ciudad, no estaría de más tener siempre a mano un calendario de las movilizaciones, protestas, huelgas, semihuelgas y obras cojoneras de las que Barcelona está siendo objeto. Por ejemplo, ¿alguien sabría decir de memoria cuándo y dónde está de huelga el Bicing?

Y eso sin contar la dificultad que supone para cualquier barcelonés de a pie desplazarse por unas calles repletas de guiris, muchos de los cuales dan un ejemplo continuo de incivismo y falta de respeto por la ciudad por la que campan. Por ejemplo, ¿han intentado subir a un autobús próximo a la playa respetando una cola entre hordas de turistas chamuscados? Lo que decía: adrenalina y aventura a raudales. 

Ruta aventurera

Los compañeros del metro  se han cansado ya del Dragon Khan y se han retirado del festival barcelonés. Pero, tranquilos. Esto no ha acabado, ni mucho menos. Y, como haría un guía turístico, me permito recomendar  una fantástica ruta aventurera. Por la mañana, súbanse sin prisa (resultaría inútil la premura) en Rodalies y bajen en la estación de la T-2, la terminal vieja del aeropeurto. Desde ahí, el lanzadera hasta la T-1 para contemplar las colas de seguridad y los lamentos de los viajeros que han perdido el vuelo. Mejor día, el próximo 4 de agosto, cuando empezará la huelga de verdad, no la encubierta.

Y, ya por la noche, vuelvan a la ciudad para quedarse un rato atrapaditos en las obras de cobertura de la Ronda de Dalt. De madrugada, nada mejor que un botellón en la playa de la Barceloneta. ¿Quién quiere destinos exóticos teniendo Barcelona?