Asesinato de la portera de Núñez

El Barça necesitaba el reordenamiento del área técnica que acaba de hacer

El presidente Bartomeu saluda a Semedo, en la presentación del portugués, este viernes.

El presidente Bartomeu saluda a Semedo, en la presentación del portugués, este viernes. / periodico

ANTONIO BIGATÁ

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Desde que fue fusilado Zubizarreta (sin juicio previo justo, por cierto) el Barça necesitaba el reordenamiento del área técnica que acaba de hacer. Llegar al momento de reiniciar los entrenamientos y que tuvieran que incorporarse -probablemente sin ningún futuro- los Vermaelen, Douglas, Munir (el que antepusieron a Sandro) y Samper refleja hasta qué punto se han hecho mal muchos deberes previos. O que no estuviesen mejor madurados los preparativos para traer, si se trataba de eso, a VerrattiBellerín Dembelé, los tres fichajes que habría aconsejado la portera de Núñez si continuase pesando en la orientación mental de las decisiones deportivas, también subraya que el área técnica no ha trabajado ni bien ni a tiempo.

EL CASO DE PEP SEGURA

Se necesitaba un cambio. Está en buena línea regeneradora relevar. Situar en el organigrama a Pep Segura como mánager deportivo por encima de Robert Fernández busca resolver un problema lastimando lo menos posible la imagen del valenciano, y asesina las veleidades tipo Portera de Núñez, inalcanzables para el club cuando únicamente podía gastar 60 millones más los ingresos por ventas y éstas, que tampoco se habían sabido hacer aún, serán difíciles.

Es verdad, además, que los grandes fichajes de este verano son las renovaciones de Messi, Neymar, Iniesta, Suárez, Piqué Busquets, imprescindibles (salvo decisión en contra de Valverde) pese a costar cantidades astronómicas que ya llevan hasta el límite las costuras de las posibilidades del Barça. Nélson Semedo es, con realismo, si se ha escogido bien, el nuevo tipo de adquisición, al estilo de la de Umtiti o lo que pueda ser Paulinho, nominalmente menos atractivo que el quizás inalcanzable Verratti.

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El nuevo organigrama también acomete otra urgencia: rehacer el enlace desengrasado y poco cómplice entre el primer equipo y la cantera, algo que tampoco ha funcionado los dos últimos años. Para poner más operatividad frente al drama de nuevos jóvenes jugadores de calidad pero poco aprovechables para sumarse pronto a la plantilla titular. También tiene lógica que Bartomeu y sus pensantes den nuevos pasos adelante en utilizar buenos exjugadores con carisma, tipo Amor y Bakero, siguiendo la estela del modelo Bayern: que sea gente del propio club la que vaya moldeando la continuidad y la evolución del tipo de juego a lo largo de los años y que luego, quizás, asuma las riendas totales de la casa blaugrana.

EL JOVEN MADRID

En esta encrucijada vuelve a ser importante no caer en la madriditis habitual. Al Real le han salido bien las cosas tras efectuar profundas rectificaciones. Tiene la plantilla más joven, dinero para gastar gracias a ventas -aunque sea a pérdida- como la de James, y pretensiones tan desaforadas como querer conseguir 90 millones por Morata. Pero no frena el caos que le generan políticas de fichajes Portera de Núñez (¡que venga todo lo que suena bien y deslumbra puntualmente!), le sobran egos contrapuestos, y no tiene testículos para acotar la influencia de ese supergoleador pero ya no tan superjugador llamado Cristiano Ronaldo (si al final Florentino no trae a Mbappé no es por precio, digan lo digan sus abogados defensores periodistas).

Ya veremos cómo funciona su estabilidad y su juego la próxima temporada porque en fútbol todo empieza de nuevo cada verano. Y a veces conviene más parar, pensar y rehacer, como intenta hacer el Barça, que buscar aplausos inmediatos en sus diarios favoritos jugando al carrusel de presuntos fichajes de nombres consagrados. ¡A ver qué logra el Barça trabajando desde otra óptica!