«¡Exprópiese!»

Me sorprende que la CUP no exija también la expropiación de la Sagrada Familia, porque «el desuso espiritual y religioso para el que estaba destinado» (sic) es más notorio que en la catedral

Una multitud de turistas se concentra ante la Catedral de Barcelona, ayer.

Una multitud de turistas se concentra ante la Catedral de Barcelona, ayer.

JOSEP MARIA FONALLERAS

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No me extraña que la asamblea de la CUP de Ciutat Vella pida la expropiación de la catedral de Barcelona. De hecho, me sorprende que no exijan también la expropiación de la Sagrada Familia, porque «el desuso espiritual y religioso para el que estaba destinado» (sic) todavía es más notorio en la basílica. Y puestos a «sobresaturar el espacio público», gana la obra magna de Gaudí. Pero quizá es que la asamblea de la CUP del Eixample todavía no se ha dado cuenta. Tiempo al tiempo. De resultas de la socialización de la catedral, de aprobarse la propuesta 'cupaire', tendríamos una nueva escuela de artes escénicas y música y un economato municipal de bienes de primera necesidad, que es una iniciativa altamente loable, desde «el análisis de la realidad social anticapitalista».

Hombre, yo no estoy de acuerdo, pero se entiende que la CUP se quiera cargar el primer templo del Arzobispado de Barcelona. Lo que no admito es la manera de justificarlo. Dicen que quieren «la expulsión de los mercaderes del templo» –y en esto se nota que han leído la Biblia– pero se equivocan, porque lo que proponen no es cargarse a los mercaderes sino al templo entero. Hay una diferencia. Y añaden que la Iglesia es una institución que «desde su fundación ha estado al servicio de monarquías y burguesías, ayudando a perpetuar procesos de control del proletariado». No exactamente, amigos de la CUP. Desde la fundación, no. Es lo que tiene la demagogia. Que está mal informada.