Dos miradas

Crimen y castigo

Como cada día hay novedades de su caso, es pronto para convertir a la familia Pujol en carne de cañón literaria, al menos de una novela-río, lo que merece

Jordi Pujol y Marta Ferrusola posan junto a sus hijos.

Jordi Pujol y Marta Ferrusola posan junto a sus hijos. / periodico

JOSEP MARIA FONALLERAS

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Dicen que Marta Ferrusola ha cogido el timón del barco y ha encargado un libro (o dos) para limpiar la imagen de la familia Pujol. Que ha encargado o que piensa encargar: los rumores discrepan en este punto. Esta información, si se acaba confirmando, nos avisa de dos cosas. La primera es que todavía hay gente que tiene confianza en los libros. Si tienes que limpiar, se me ocurren unos cuantos recursos más efectivos, como crear una fundación para la investigación de las enfermedades raras, pero pensar que un libro, o dos, arreglarán el asunto es de un optimismo salvaje.

El segundo aspecto a considerar es quién se acabará haciendo cargo del proyecto y si esta persona firmará con nombres y apellidos o hará de escritor fantasma. Pla decía que la mejor manera de escribir era por encargo. Quien lo reciba y lo acepte se puede plantear ser sumiso y cobrar o adentrarse en el mundo pujoliano y extraer un dostoievski a la catalana. Al asunto Pujol se han acercado dramaturgos como Jordi Casanovas y novelistas como Toni Sala para hacer análisis de urgencia, pero como cada día hay nuevos episodios (y más que habrá) aún es pronto para convertir a la familia del expresident en carne de cañón literaria, al menos con la perspectiva de una novela-río, que es lo que se merece. Como decía Camus, «las criaturas de Dostoievski no son extrañas ni absurdas; se nos parecen, tienen las mismas entrañas que nosotros». Sería un buen inicio.