La patria del PNV

Habrá que esperar al 'big bang' otoñal para ver cómo actúan el nacionalismo vasco y el nuevo socialismo

Rajoy, con el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, el pasado julio.

Rajoy, con el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, el pasado julio.

NEUS TOMÀS / BARCELONA

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"El Gobierno compra al PNV el apoyo a los Presupuestos por 472 millones" ('ABC', 23-02-2010).

"Zapatero compra al PNV 18 meses de poder debilitando más a España» ('El Mundo', 16-10-2010)

"Zapatero vende los presupuestos al PNV» ('La Gaceta', 23-09-2010)

Estos son solo algunas de las bofetadas que a modo de titular se llevó el Ejecutivo socialista por pactar los presupuestos con los nacionalistas vascos. Por no hablar de las lindezas que le dedicaron periodistas como Alfonso Ussía. Sirva de ejemplo la que publicó en 'La Razón', el 24 de febrero del 2010: «Los nacionalistas, da igual que sean catalanes, vascos o gallegos, no odian al Estado. El Estado es para ellos un chollo (…) la llave victimista que abre de par en par la puerta de sus despensas. Pero sí odian a España, la Patria común con un milenio de unidad a sus espaldas».     

Hay más ejemplos como estos, extraídos del libro 'Las mil frases más feroces de la derecha de la caverna' (Aguilar), escrito por el colega José María Izquierdo, y que vale la pena releer porque ayuda a interpretar algunas de las cosas que están pasando seis años después. Por ejemplo, el trato dado a Catalunya y la hipocresía ilimitada para negociar con Euskadi. 

«La postura del PNV es un síntoma de que es posible el diálogo y la negociación en esta legislatura. No es cuestión de cobrar o premiar. Es cuestión de invertir de manera justa». Si está pensando que la frase es de un nacionalista vasco se equivoca. La pronunció la dirigente del PP Andrea Levy hace solo 15 días. Fue en una entrevista en RNE donde, ¡oh sorpresa!, contrapuso los «buenos dirigentes» del PNV al Gobierno de Carles Puigdemont que, según ella, «no pelea por obtener unas ventajas ni unas mejores inversiones». 

Hombre, que la Generalitat podría gestionar mejor es cierto y que  el debate independentista monopoliza cualquier otra reflexión es evidente. Pero de ahí a acusar al Govern de no querer lo mejor para sus ciudadanos igual hay algún trecho. En fin, habrá que esperar a que se  produzca el 'big bang' otoñal para ver cómo actúan unos y otros. También el pragmático PNV y el nuevo PSOE.