Dos miradas

¡Soy un insumiso!

Chirac era tan 'sistema' como Macron. O tal vez incluso más. Del padre a la hija, los Le Pen han pasado de ser locura a convertirse, para algunos (¿cuántos?) en solución

Macron saluda en un mitin en París, el 1 de mayo.

Macron saluda en un mitin en París, el 1 de mayo. / periodico

JOSEP MARIA FONALLERAS

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Plantu ha vuelto a convertir un dibujo en una enciclopedia, en material para la reflexión. En su colaboración en 'Le Monde', a las puertas del Elíseo hay dos hombres uniformados con camisa parda, corbata negra y brazalete de color rojo con unas letras en medio. Presidiendo el edificio, una pequeña bandera de Francia, en el fondo, y, en primer plano, la misma combinación del brazalete: rojo, blanco de fondo y letras negras: FN. No es necesario insistir demasiado en las evocaciones cromáticas. Delante del dibujo, un esbirro agarra a un hombre negro por el cuello y lo empuja hacia un camión donde hay, apilados, más negros, árabes, extranjeros. El hombre, desesperado, grita: «¡Quizá habrías podido votar a Macron!». Dirige su queja a uno que tiene el puño en alto y que responde: «¡Imposible! ¡Soy un insumiso!».

Como dice mi compañera Emma, estamos entre la incertidumbre y las sombras. Entre quien es contemplado como un capitalista feroz y quien, como Marine Le Pen, anuncia un panorama oscuro, gracias, en parte, a todos aquellos que quieren ir contra del sistema sin calcular que el voto de protesta es, en Francia, en Estados Unidos, en tantos otros lugares, un aval para el fascismo. O sin que ello les importe. No parece que la efervescencia republicana sea hoy tan contundente como lo fue en 2002. Chirac era tan 'sistema' como Macron. O tal vez incluso más. Del padre a la hija, los Le Pen han pasado de ser locura a convertirse, para algunos (¿cuántos?) en solución.