tú y yo somos tres

La Pedroche troceada: boca, brazo...

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Lo que más sensación y comentarios ha generado del capítulo de El xef de esta semana (Cuatro) ha sido que han sacado a Cristina Pedroche por partes, o sea, troceando su anatomía, sin mostrarnos en ningún momento su cara. ¡Ah! Primero le vimos las mejillas, la boca y los labios. Fue cuando <b>David Muñoz,</b> después de preparar una croquetas con trufa negra de Australia, nos dijo: «Tenemos un probador de croquetas muy especial. Es secreto. Nos da el visto bueno. Es el que decide si el plato va a la carta o no». Y entonces introdujo la croqueta, con cuchara, delicadamente, en la boca de una dama de la que solo enfocaron los labios y mejillas, pero que todo el mundo ha identificado como Cristina Pedroche, la compañera de Muñoz. También hemos visto que en una de las escapadas de este pintoresco cocinero, comiendo con Edward, un amigo asiático, en el Tippling Club de Singapur, comentó que le gustaría ser padre, pero que Cristina no quiere. Y entonces vimos que la cámara recogía un grácil brazo femenino que se proyectaba y hacía la peineta con un dedito de la mano. ¡Ah! Era Cristina Pedroche otra vez, han señalado expertos analistas muy cualificados. Ha habido otra ocasión, sobre la que caben dudas, pero merece resaltarse. Ocurrió cuando Muñoz estaba en Londres eligiendo traje para la recepcionista de su restaurante en Mayfair. Era un vestido sugerente, con la espalda al aire, hasta la rabadilla, solo tamizada por unas cintas entrecruzadas. ¡Ah! Yo juraría que en esta ocasión también fue Cristina la que hizo de maniquí sobre la marcha. Hombre, si ejerce en sus ratos libres de probadora de croquetas, con más razón de los femeninos detalles indumentarios. Un inglés que estaba por allí, admirado ante aquella escultural espalda y rabadilla, comentó: «Cuando ves que alguien en recepción te saluda así, y se da la vuelta para que le sigas a la mesa, ¡resulta muy sexy y bastante impactante!». Sí señor, la sigues a la mesa y a donde haga falta.

Toda esta excitación que ha generado la aparición en El xef de la Pedroche, troceada por partes, es una espuma, una gaseosa sin importancia. Aquí lo interesante es preguntarse por qué evitaron enseñar su cara. Quizá en Cuatro está prohibido sacar -léase promocionar- a una estrella de la competencia. O quizá es Atresmedia la que no lo permite por aquello de los derechos de imagen.  A mí me parece que es una combinación de ambas posibilidades.