Pequeño observatorio

La Academia se preocupa del sexo

No me parecen muy acertadas las revisiones de la Academia Española de la Lengua de las expresiones 'sexo débil' y 'sexo fuerte'

El director de la RAE, Darío Villanueva, en los salones del Cercle del Liceu.

El director de la RAE, Darío Villanueva, en los salones del Cercle del Liceu.

JOSEP MARIA ESPINÀS

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La Real Academia Española de la Lengua es en principio conservadora. Como la mayoría de academias. Pero la defensa de un patrimonio –cultural, científico, de materias diversas– no excluye que en el ámbito de una academia haya la aprobación de novedades y rectificaciones. Una academia es, a la vez, un depósito de conocimientos y una plataforma de investigación. Para los no interesados por unas determinadas materias les sorprenderá que una academia que es seria y real, claro, se haya interesado por el sexo. Naturalmente, no quiero decir que el sexo no sea algo serio, sobre el que han reflexionado médicos, psicólogos y sociólogos.

El hecho es que la Academia de la Lengua actualizará en diciembre su diccionario en cuanto a las expresiones 'sexo débil' y 'sexo fuerte'. Hasta ahora se ha aceptado esta contrapuesta definición. No es que haya llegado la hora de hacer desaparecer estas designaciones sino de mejorarlas. Así, se precisará que sexo débil tendrá intención discriminatoria o despectiva y sexo fuerte se referirá a los hombres, pero con un sentido irónico.

Qué quieren que les diga. Quizá habría que tener en cuenta que la mujer, muchas veces, tiene una fortaleza anímica superior a la del hombre. A menudo era así en la vida rural, donde la figura de la 'mestressa' y su tenacidad hacían viable la vida de una masía. Y en nuestro tiempo, cuántas mujeres han demostrado –y cada vez más– una fortaleza admirable para poner en marcha de forma vigorosa familias y negocios.

Y en cuanto a los hombres, los académicos que proponen que sexo fuerte es una expresión irónica me parece que tampoco aciertan. Porque los descargadores del muelle lo tienen muy claro. Su fuerza es masculina. Y que no les digan que sexo fuerte es una ironía.

La Academia Española de la Lengua hará muy bien respetar unas expresiones que existen desde hace siglos. ¿Nos acabarán condenando por decir «sexo» si no precisamos de qué tipo?