Dos miradas

Gesto y guion

En unos días en que decir la verdad parece un acto valeroso, el productor de 'La La Land' simplemente tuvo la intuición de aprovechar el momento al deshacer el error sobre la mejor película

El productor de 'La La Land', Jordan Horowitz, y el actor Warren Beatty, que presentaba el Premio a Mejor Película en los Oscar, con el sobre correcto que daba como ganadora a 'Moonlight'.

El productor de 'La La Land', Jordan Horowitz, y el actor Warren Beatty, que presentaba el Premio a Mejor Película en los Oscar, con el sobre correcto que daba como ganadora a 'Moonlight'. / periodico

JOSEP MARIA FONALLERAS

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Hay unos cuantos detalles del error monumental de los Oscar que, vistos con calma, son divertidos. Las dudas de Warren Beatty, por ejemplo; la decisión inconsciente de Faye Dunaway, que va a la ligera; los agradecimientos de los productores antes de saber que el anuncio era erróneo; las prisas del regidor que trata de poner orden; la cara de estupefacción de Emma Stone; las conversaciones nerviosas de todos los demás; los rostros compungidos. Y entonces, en un momento de lucidez, la reacción furibunda de Jordan Horowitz, el productor de 'La La Land', que se acerca al micrófono y pide, exige, que los miembros de Moonlight suban al escenario a recoger el premio que les corresponde.

Es muy curiosa esta escena, porque tiene dos lecturas. Puede haber –de hecho, ya ha sucedido– quien piense que se trata de una reacción airada que desprecia el premio: el productor lo rebota contra la organización que comete un error tan doloroso. Pero la segunda eleva a Horowitz a la altura de un héroe nacional. El 'Washington Post' ha dicho que es el «'truth-teller'» que ahora todos necesitamos. Es decir, el que cuenta la verdad. En unos días en que decir la verdad parece un acto valeroso, Horowitz simplemente tuvo la intuición de aprovechar el momento. Antes de alargar la agonía y provocar un descalabro aún más fenomenal, prefirió pasar a la historia del 'show business' con un gesto que convertía el instante terrible y delicado en belleza solidaria. Para mí que había un guion.