Análisis

MWC, una seña de identidad para Barcelona

La tecnología está modificando las bases de nuestro modelo social, y la ciudad puede liderar la reflexión al respecto

Presentación del Mobile World Congress 2017 en Barcelona.

Presentación del Mobile World Congress 2017 en Barcelona. / periodico

GENÍS ROCA

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Barcelona ha ido capturando a lo largo de la historia distintos atributos gracias a los cuales puede presentarse al mundo con señales de identidad diferenciales. Los Juegos Olímpicos consolidaron la idea de una ciudad capaz y creativa, y esa idea de eficacia e innovación ha sido aprovechada por muchas de sus empresas, instituciones y ciudadanos para proyectarse al mundo. Y en este contexto debemos interpretar estos 12 años continuados de Mobile World Congress, que han consolidado ante el mundo la imagen de una ciudad consciente de las posibilidades que ofrece la tecnología y atenta a sus usos y nuevas posibilidades. Gracias a ello Barcelona ha logrado protagonizar nuevos ejes de reflexión y desarrollo, como el fenómeno de las smart cities o la internet de las cosas. Los ciudadanos y las empresas de Barcelona, y por extensión de Catalunya, tienen por el mero hecho de su origen una razonable credibilidad en cuanto a diseño, innovación y tecnología, y por tanto una oportunidad en determinados sectores y mercados. Y eso se debe a múltiples factores, pero es innegable que, para su posicionamiento, acoger el Mobile World Congress durante más de una década está siendo tan relevante para la ciudad como lo fue organizar unos Juegos Olímpicos.

Mucho se habló de qué ganaría Barcelona acogiendo el Mobile World Congress. Unos dijeron que se desarrollaría un nuevo ecosistema de empresas tecnológicas, otros auguraron que nuestros ciudadanos tendrían un alto nivel de conocimiento y uso de las nuevas tecnologías, y aún otros vaticinaron que nuestras calles parecerían un laboratorio porque las grandes empresas del mundo usarían la ciudad como espacio de exhibición. Nada de eso ha sucedido de manera contundente, pero sí se ha conseguido un posicionamiento a nivel mundial.

Aprovechar la oportunidad

Y esta es una oportunidad que estamos aprovechando y debemos aprovechar todavía más. Barcelona es durante unos días el punto de encuentro de personalidades relevantes tanto en tecnología como en negocios, y debemos ambicionar que también lo sea en temas sociales. Más allá de cuáles serán los nuevos gadgets, y cuáles las nuevas start ups, deberíamos estar atentos a cómo la tecnología está modificando nuestra forma de vivir. Aparece la necesidad de regular y ordenar nuevos derechos y nuevas obligaciones. ¿Cuántos datos personales de cada uno de nosotros pueden capturar las empresas y los estados gracias a todos estos nuevos dispositivos? ¿Los robots deberían pagar cuotas de la seguridad social para compensar los puestos de trabajo que sustituyen?  ¿Es razonable seguir protegiendo la propiedad intelectual en los mismos términos que hasta ahora? Esta tecnología no solo está modificando el sector de las telecomunicaciones y el mundo de los negocios; también está modificando bases estructurales de nuestro modelo social, y Barcelona tiene la oportunidad de liderar la reflexión que debería estar provocando esta situación.