El tablero político

De lo malo, lo mejor

En esta legislatura se podrá hacer política y el PSOE tiene un papel central

RESUMEN DEL AÑO 2016. 29/10/2016  Mariano Rajoy saluda al portavoz socialista, Antonio Hernando, tras la votación de investitura en el Congreso de los Diputados.

RESUMEN DEL AÑO 2016. 29/10/2016 Mariano Rajoy saluda al portavoz socialista, Antonio Hernando, tras la votación de investitura en el Congreso de los Diputados. / periodico

JOAQUIM COLL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"¿Alguien piensa que la señora Cospedal ha tenido un ataque de buena conciencia después de 14 años del Yak-42?", se preguntaba el exsecretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba en una entrevista en la SER. Salta a la vista que si el PP hace ahora lo que hace es porque no tiene más remedio, porque gobierna en minoría absoluta. Otra cosa es que haga de la necesidad en virtud y se disfrace de moderación en medio de un escenario internacional en el que la democracia está acechada por muchos flancos, más aún tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, un personaje de modos lamentables e ideas delirantes. A su lado, Mariano Rajoy casi parece de izquierdas. Pero que el mundo camine hacia el desorden, en una dirección que jamás hubiéramos imaginado, no hace buena la situación en España. Pese a todo, por primera vez, el papel de la oposición en el Congreso no es testimonial y las políticas del PP están siendo derogadas o enmendadas.

Incluso en un sistema parlamentario como el nuestro, el Ejecutivo sigue teniendo mucho poder, pero si el PP dispusiera de una cómoda mayoría no habría habido una subida del 8% del salario mínimo, ni un decreto exigente con la banca sobre cláusulas suelo, ni un pacto para luchar mejor contra la violencia de género, ni otra conferencia de presidentes autonómicos, que Rajoy no quiso convocar antes pese a los evidentes déficits de cooperación entre administraciones o el problema pendiente de la financiación.

Los hechos demuestran que, tras las elecciones del 26-J, las izquierdas despreciaron las posibilidades de un escenario como el actual. En esta legislatura se va a poder hacer política y el PSOE tiene ahí un papel central, también en menor medida C’s. Ya va siendo hora de que los socialistas se curen la herida de lo que no pudo ser y del trauma de una abstención que fue satanizada porque la lucha interna por el poder impidió hablar con sinceridad a sus votantes. No es para tirar cohetes, pero administrada con inteligencia no es tan despreciable la estrategia de sacar de lo malo, lo mejor.