El infierno de las mujeres en Congo

La violación es la manera más eficaz de intimidar e instalar el terror en toda una comunidad. Ni siquiera son necesarias las balas

mujer congoleña

mujer congoleña / periodico

Rafael Vilasanjuan

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Sitúense en el mapa de África y verán una mancha inmensa en el centro, es la República Democrática de Congo, un país con talla de continente. Para Joseph Conrad fue el 'corazón de las tinieblas'; para el rey Leopoldo II de Bélgica, una finca privada donde en aras de la civilización saqueó, esclavizó y masacró a la mitad de la población. Con la independencia, la mancha se convirtió en un agujero negro, donde todo se desvía a cuentas corrientes en paraísos fiscales. 

Aunque hay paisajes de Congo que se encuentran alejados de la desgracia, desde las montañas salvajes de Virunga a sus recursos naturales, el corazón de África no consigue  salir de las tinieblas y aunque solo aparece esporádicamente en los medios de comunicación, cuando se asoma a ellos todo es malo.

Casi medio siglo continuado de guerra han llevado a este país a un declive económico y político incomparable en todo el continente. En África apenas hay escalas en el mapa sin heridas recientes de una violencia que, cada vez que aparece, nos perturba en la misma medida que al final acaba dejándonos indiferentes.

Pero en Congo la violencia no solamente no cesa, sino que lejos de afectar principalmente a quienes se enfrentan por controlar los ingentes recursos y el poder, acaba encontrando en las mujeres y en las niñas a sus principales víctimas. Violar a una mujer es la manera más eficaz de intimidar e instalar el terror en toda una comunidad. Ni siquiera son necesarias las balas.

Con más de mil mujeres al día víctimas de violación, Congo tiene la tasa más elevada de agresiones sexuales de todo el mundo. No es extraño que Naciones Unidas considere a este país el centro mundial de la violencia contra la mujer.

UN INFIERNO

La guerra es solamente una de las facetas de esa violencia, las violaciones se han extendido a toda la sociedad, desde las calles de las ciudades al interior mismo de las familias, hasta convertir el 'corazón de la tinieblas' en un infierno para las mujeres.

Aunque las cifras sean imprecisas, no hay duda de que Congo hoy es el peor lugar del mundo para ser mujer. Una causa que invita a actuar y a no mirar a otro lado.