Tradición navideña

Un siglo de 'Pastorets'

Es emocionante que las representaciones en Mataró hayan llegado a centenarias

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CARE SANTOS

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¿Qué tienen en común Jordi Bosch, Espartac Peran, Vador Lladó, Pep Plaza, Nacho Vidal, L’Àvia Remei, Carlos Herrera y (con perdón) yo misma? Nunca lo dirían. Todos nosotros actuaremos este año en una de las funciones de 'Els Pastorets' de la Sala Cabanyes de Mataró, que comenzaron el 18 de diciembre y se prolongarán hasta el 21 de enero. El mío, como el de otros, será un cameo sin texto, claro. Desconozco si a Bosch o a Plaza, que hicieron hace años sus primeros pinitos teatrales en estas mismas funciones, les reservan algo más. La iniciativa forma parte de los fastos de celebración del centenario del espectáculo, que se representa en la capital del Maresme desde 1916 y se ha mantenido hasta hoy con la única interrupción de la guerra civil.

'Els Pastorets' que se representan en Mataró son 'L’Estel de Natzaret', del barcelonés Ramon Pàmies, un texto romántico, en verso, que fue ideado con la voluntad de renovar el género. Ofrece buenas dosis de comicidad gracias a la pareja de pastores rústicos Jonàs y Mataties, y épicas escabechinas entre Satanás y el arcángel Miguel, que supongo que saben cómo acaban. El texto es maravilloso. El Satanás del escenario –«el dimoni gros»– es uno de los personajes más terroríficos del imaginario infantil de los mataroneses. En los intermedios de la representación, cuando yo era niña, íbamos a verle y nos hacíamos fotos con él. Una vez me dejó tocarle un cuerno.

Es emocionante que algo así cumpla cien años. Es necesario mucho trabajo y mucho empeño por parte de muchas personas que dedican a ello desinteresadamente buena parte del año. Es necesario también el cariño del público, esos que no consideran que las fiestas de Navidad lo sean del todo si no han visto 'Els Pastorets'. En fin, trataremos de estar a la altura. Y que cumplan muchos más.