tú y yo somos tres

Elogio (condicional) de la basura

ferran Monegal

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Os he hecho recoger la mierda de la escuela porque quiero hablaros del amor», les dice Merlí a sus alumnos. Y lanzando al aire toda la sucia porquería que había depositado sobre su mesa, añadió: «Dice el filósofo esloveno Slavok Zizec que si amáis el planeta deberéis amar su mierda. Y si amáis a una persona, ¡también!». ¡Ah! Ha sido otro gran capítulo de <i>Merlí (</i>TV-3), señoras y señores. Celebro que esta serie se haya detenido en Zizec, iconoclasta, heterodoxo y celebradísimo pensador nacido en Liubliana (1949), que se define a sí mismo como: «Mi única intención es despertar a la gente para que salga del punto muerto» (entrevista de Inés MartínAbc, noviembre del 2014). El elogio de la basura como ingrediente del amor es interesante desde el punto de vista de las relaciones humanas. Amar a una persona es quererla con toda la porquería de sus errores, locuras y despropósitos, estamos de acuerdo. Pero este razonamiento, cuando me miro, me incomoda. ¿Debo amar y ensalzar la basura que de pronto nos puedan echar desde la tele? Este domingo, mi querido <b>Ramón de España</b> escribió en EL PERIÓDICO un interesante perfil y defensa de <b>Javier Cárdenas</b>. Lo tituló El pionero de la basura. Al margen de su afecto hacia Cárdenas, porque el sector del pinyol talibà nostrat le considera un botifler y un enemic de la pàtria, cosa que siempre provoca atracción a los que nadamos a contracorriente, al margen de esto, advertía Ramón«Mi simpatía hacia él no se basa en sus actuales programas que ni veo ni escucho, sino por ser pionero de la telebasura (...) un subgénero periodístico que no ha podido evolucionar peor ni caer en más funestas manos». O sea, que la simpatía quizá era por contraste. Aquella telebasura inicial, de años atrás, un punto «majareta y excéntrica», en el fondo era naïf comparada en cómo ha evolucionado este género. Hombre, no sé si la superposición de basura televisiva, vista en diacronía, redime o hace buena la basurilla primera. Pero es verdad que la tele ha transformado el hermoso lema de la medalla del amor dejándolo en:  «Hoy más basura que ayer pero menos que mañana».

En la gala Iris de la Academia de la TV (13 TV), el premio al mejor informativo, el más fiable, fue para Vicente Vallés. Se lo merece. Lo meditable fue ver a <b>Alfredo Urdaci</b> como gran encargado y dispensador del galardón. ¡Ahh! Pasan los años, y aquel «ce-ce-o-o», como resumen de basura informativa, permanece.