Un barco hacia el mar abierto del siglo XXI

En mi candidatura estoy utilizando mucho la analogía del barco UB, muy imponente sin duda. La UB es una de las universidades más antiguas y la primera universidad española en los rankings internacionales. En el debate institucional he manifestado que los otros seis colegas que se presentan son capitanes mientras que yo me considero más el técnico que gestionaría cómo el barco sale de puerto. Una vez en mar abierto, el práctico de puerto ya no es necesario y el capitán vuelve a tomar el mando. La más prestigiosa universidad de Catalunya tiene unos marineros cercanos a la jubilación que conviven con otros con una precariedad laboral insultante. Los recortes que hemos sufrido se combinan con deficiencias que dependen de manera única y exclusiva de la propia UB. La gestión de la crisis ha consistido en el control del gasto sin planificar el futuro, es decir, sin saber cómo hacer el relevo generacional y sin saber conseguir contratos justos para los profesores. Algunos de los profesores precarios tienen más de 40 años; otros, más de 50. Es absolutamente comprensible que el nivel de satisfacción de los trabajadores de la UB, personal docente y / o investigador y personal de administración y servicios esté bajo mínimos. Los estudiantes no participan en la forma que se esperaría de ellos. Hay carteles promocionando el orgullo de ser de la UB; el orgullo de ser Comunidad UB no debe necesitar carteles.

Bajo mi punto de vista, se está dando un mensaje contradictorio que, además, es perjudicial para conducir a la UB hacia el mar abierto del siglo XXI. Nuestra candidatura tiene un lema: 'UB Splendens iterum' (la UB vuelve a lucir, en un horizonte temporal situado en el 2025). Los recortes, la subida de las matrículas que no se traduce en mejores medios docentes, la precariedad laboral y la insatisfacción generalizada contrastan con los mensajes, ciertamente optimistas, de la mayoría de candidatos. Si todo va bien, ¿por qué somos siete candidatos? Si todo va bien, ¿cómo es que los siete candidatos reclamamos más financiación por parte de la Administración pública? Lo primero y principal es ser realista y conocer la realidad: ¿el barco necesita o no reformas? Yo creo que sí. 

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Nuestra candidatura tiene varios rasgos diferenciales. Solo hay espacio para mencionar dos. Uno es la igualdad de oportunidades, empezando por aumentar la presencia de la mujer como catedrática, jefa de departamento, directora de proyectos de investigación, etcétera. El segundo es la capacidad de generar recursos propios. La UB tiene el talento y la capacidad, y nuestra candidatura tiene propuestas concretas.

CANTIDAD NO ES CALIDAD

El modelo de universidad tipo Mas Colell no ha funcionado. La búsqueda de la élite alejada de los departamentos universitarios no ha generado retornos sino gastos extras. Considero que el siglo XXI necesita un nuevo paradigma de universidad pública con una búsqueda ligada a los departamentos y en simbiosis con la docencia de base (de grado y máster). Las facultades que han apostado por este modelo ahora son líderes (por ejemplo, Psicología). Hay asimismo que poner el foco en ámbitos que han sido infravalorados pero que pueden ser muy rentables en transmitir conocimiento y en conseguir dinero para la institución: Humanidades, Derecho, Economía, Educación… En innovación docente, la cantidad de proyectos es enemiga de la calidad. En mi modesta opinión, no estamos innovando como se innovará en el siglo XXI. Para poder innovar hay que preguntarse qué se necesita; hay que tener equipo de audio en todos los ordenadores de las aulas, no tener equipos obsoletos en laboratorios de prácticas ...; innovar es implantar un doctorado específico en educación (EdD).

Si el barco lleva barcazas (grupo UB: FBG, PCB, IL3...) la inspección se realizará en cada una de ellas. La viabilidad de cada una de las entidades del grupo UB debe ser analizada y validada. La UB no puede permitir que IL3 continúe saliendo en los medios de comunicación y por eso hay análisis a fondo y tomar medidas. Seguro que la mayoría de barcazas son de utilidad extrema pero no es prudente dar por hecho. Y la utilidad se debe hacer palpable. La comunidad universitaria y la sociedad misma lo tienen que ver.

Confío en que el símil del barco y las capacidades complementarias de prácticos y capitanes hayan servido para entender el porqué de mi candidatura a rector de la Universidad de Barcelona. El práctico del puerto sabe si el barco está preparado para zarpar y es el único capaz de disponer el barco y las barcazas de forma que la UB salga limpiamente en las aguas abiertas del siglo XXI.