El futuro de un equipamiento cultural histórico

Una nueva vida para el Arnau

El teatro levantará el telón con la fuerza de los vecinos y vecinas y de las entidades sociales y culturales, que se encargarán de su gestión y usos

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GALA PIN / JAUME COLLBONI (1)

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El poso histórico ha dejado en Barcelona elementos de incalculable valor simbólico. Un patrimonio que no solo es material y viene de lejos sino que también es sentimental y está cosido a nuestra cotidianidad con el hilo de las experiencias vividas por los que nos han precedido. Son muchas -¡muchísimas!- las historias y vivencias que laten y se escuchan bajo la piel de nuestro Paral.lel. Relatos que han escrito, a cuatro manos y a lo largo de muchos años, personas con infinidad de acentos y procedencias y espacios que contemplan, en petrificada ausencia, el ruido humano y cultural de esta arteria de nuestra ciudad.

El Teatre Arnau ha sido, sin duda, uno de los actores más activos de este apasionante escenario urbano. Un actor que ha debido y sabido interpretar un montón de papeles -taverna, billar, sala de cine, teatro, music hall...- y sin el que sería difícil imaginar la historia del Paral.lel. El teatro que vio debutar a Raquel Meyer, sin embargo, lleva 16 años con la platea en silencio y las puertas cerradas. El Col·lectiu Espai Alliberat per la Cultura, hay que recordarlo, lo ocupó fugazmente en el 2006 para reclamar que las volvieran a abrir. Desgraciadamente, estas han continuado cerradas. Cerradas en el barrio y en Barcelona. Cerradas a la cultura y a la vida ciudadana.

El debate abierto sobre el Teatre Arnau que ahora resuena en la televisión y ennegrece titulares de periódico no es nuevo. A lo largo de estos años, desde diferentes espacios de Barcelona -sector cultural, plataformas culturales, entidades vecinales...- se ha reivindicado una nueva vida para el Arnau. Es por ello, y por la preocupación del Ayuntamiento -propietario del edificio desde el 2010, cuando decidió comprarlo para salvarlo de la especulación y preservar su uso cultural- que el pasado mes de mayo, recogiendo una demanda que venía de lejos, impulsó un proceso de participación donde poder decidir colegiadament el futuro de este equipamiento.

LOS RETOS FUTUROS

Un proceso que nació para ser reflejo, también, de los retos a los que debe responder un nuevo Arnau, enclavado estratégicamente en la frontera del Raval y el Poble Sec. Entre otras, dar respuesta a las necesidades del territorio y a las de la cultura de base; contribuir a la generación de nuevos públicos, con la combinación de usos; proyectarse a nivel de ciudad, y, sobre todo, no dejar de ser lo que debe ser el  Arnau: una pieza indispensable que nos permita conocer y reconocer mejor el Paral.lel.

La nueva vida de Arnau, sin embargo, no hemos querido que se geste en un despacho, a espaldas de las exigencias sociales y culturales del momento. La cultura no la hace solo el Ayuntamiento, la hacen los ciudadanos. Un equipo de gobierno valiente la arbitra, la facilita, la ayuda, la pone en valor y la defiende ante todas aquellas fuerzas que querrían tenerla callada, dócil y entretenida para evitar que se convierta en lo que es: una poderosa arma de cambio.

HERRAMIENTA DE COHESIÓN

El tiempo de la piedra ha pasado. La apuesta cultural para este mandato son los contenidos y los receptores de estas nuevas políticas: nuestros ciudadanos. En este sentido, el nuevo Arnau debe ser herramienta de cohesión social y orgullo de ciudad. Y debe serlo desde su renacimiento. Es por ello que el proceso de participación impulsado ha sido diseñado para contar con un espectro amplio de actores culturales, vecinales y sociales que cocinen a fuego lento sus propuestas. Fuego lento pero, también, transparente y abierto, como las jornadas 'Pròxima funció: tu decideixes' que tienen lugar hoy -sábado, 5 de noviembre- en la escuela Collaso i Gil, vecina del Arnau.

Estas jornadas, diseñadas desde el grupo motor del proceso de participación, llegan justo en el momento en que se abre un horizonte de posibilidades. Hace meses que se trabaja con un montón de actores en las funcionalidades y usos que debe tener el Arnau. Un trabajo, que en algunos casos viene aún de más lejos, sobre el que cayó como un jarro de agua fría -previsible, ¡pero fría!- las conclusiones inequívocas del informe técnico sobre el estado de este equipamiento conocidas recientemente.

CONSERVACIÓN INVIABLE

Su conservación, por razones de seguridad, resulta inviable. Su estructura está desplazada, le faltan cimientos, algunos de sus pilares no llegan al suelo, la platea se aguanta solo por el hecho de que ahora mismo no tiene peso encima... Como gobierno municipal contemplábamos la posibilidad de hacer una inversión importante en la su rehabilitación, por eso desde el inicio decidimos hacer una reserva presupuestaria en el PIM -sujeta a la aprobación de los presupuestos- contemplando que la conservación y rehabilitación sería más cara que el derribo.Pero los resultados del informe son, nunca mejor dicho, demoledores.

La conservación de este equipamiento era un elemento de acuerdo entre las personas que forman parte del proceso y el gobierno municipal. Hay quien dice -y lo respetamos- que no deberíamos haber empezado el proceso hasta no disponer de este informe. Desde el Ayuntamiento, sin embargo, pensamos firmemente que ahora mismo existe un espacio de trabajo consolidado y en condiciones de poder afrontar este nuevo reto.

LA FUERZA DE LOS VECINOS

El Teatre Arnau, que recoge la historia del Paral.lel y de nuestra ciudad, es un testimonio imprescindible de los cambios en Barcelona. Y como ciudad tenemos el deber y la obligación de preservar el patrimonio ciudadano y cultural. Tendremos un nuevo Arnau, tendremos un equipamiento que incluirá lo mejor de su pasado y será, a la vez, emblema de un cambio de paradigma en la gestión, definición y proyección. Tendremos un nuevo Arnau que levantará el telón con la fuerza de los vecinos y vecinas y de las entidades sociales y culturales, que serán quienes se encarguen, juntos, de su programación, gestión y usos.

Lo dice la Plataforma Recuperem l’Arnau  y lo suscribimos como gobierno municipal: hasta ahora estábamos definiendo un proyecto en base a un edificio y ahora imaginamos un edificio en base a un proyecto. Que derribar Arnau es un estorbo, cierto. Miremos, sin embargo, de ver esta noticia como un entreacto, como un giro de guion. ¡La función solo ha hecho que (re) comenzar y esta vez tiene todos los números para acabar en un ensordecedor aplauso!