GENTE CORRIENTE

«Nuestro modo de consumir causa su sufrimiento»

Andreu Rul·lan es el capitán del 'Astral', el barco de rescate de Proactiva Open Arms. 'Salvados' retrata mañana su labor en Libia

«Nuestro modo de consumir causa su sufrimiento»_MEDIA_2

«Nuestro modo de consumir causa su sufrimiento»_MEDIA_2

NÚRIA NAVARRO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Andreu Rul·lan (Vitoria, 1966) no ha librado un día desde mayo. Dos semanas al mando del buque de Salvamento Marítimo de Barcelona. Las otras dos -las de descanso-, al timón del 'Astral', el yate de Livio Lo Monaco -el de los colchones- reciclado en barco de rescate de la oenegé Proactiva Open Arms. Y vuelta a empezar. Este domingo Jordi Évole muestra en 'Salvados' (La Sexta) un pedazo de la colosal labor que el capitán y su tripulación han hecho en aguas libias.

-El último rescate ha sido una temeridad. Embarcamos a 60, entre ellos 21 niños eritreos que viajaban solos tras haber sido explotados y violados en Chad y Libia. Hacía cuatro días que no comían. El parte hablaba de vientos del sur y teníamos viento del norte de 36 nudos. Empezaron a caer rayos. El radar no funcionaba. Las luces se apagaban. Decidí no transferirlos al guardacostas y mantenerlos a bordo. Estuvimos así unas 40 horas hasta llegar a Lampedusa.

-Y eso, con un velero. El 'Astral' fue concebido para pasear a la familia con buen tiempo. Pero con temporal o cargando hasta 197 personas, sufren los motores, el sistema eléctrico, las neveras. Ha hecho 7.000 millas, pero ya no aguanta.

-14.000 salvamentos. ¿Qué ha visto desde el puente de mando?A una multitud. Unos cogidos a otros. Mil en un barco con capacidad para 300. Si vuelca, mueren todos. La prioridad es estabilizarlo, protegerlos y cargar a los más vulnerables. Muchos tienen ataques de ansiedad (¡la de Valium que he visto administrar en cubierta!). Algunos están inconscientes. La mayoría siente alivio. Creen que han llegado a Europa, cuando están solo a 24 millas de Libia y quedan otras 250 hasta Italia.

-Y usted, a mantener el tipo. Durante la emergencia haces lo que debes. Lo duro es conocer sus historias.

-Cuénteme una. Dos niños nigerianos lloraban de una manera especial. Su tía, que cargaba con un bebé fruto de una violación, nos dijo que aquella misma noche habían visto a su madre morir en la playa vomitando sangre. No querían venir a Europa, querían quedarse junto a su madre. Son historias que me impiden olvidar por qué estoy allí.

-¿Por qué está allí? Por conciencia política. Nuestra manera de consumir causa su sufrimiento. Sin embargo, la izquierda europea está centrada en el trabajo de los «héroes blancos que salvamos a los negritos» en vez de ir al origen. Es otra cara más del colonialismo.

-Ábranos los ojos. La batalla está en el norte, no en el sur. La cuestión no es darles trabajo aquí, es dejar de robarles los recursos y de financiar a los gobiernos corruptos. Pero, ¿dónde cojones están los intelectuales? Ellos tienen que explicar lo que está pasando y no yo, que soy un marino. Solo una opinión pública informada puede empujar a los políticos a legislar contra la desigualdad, que está en el origen de su huida de la miseria y la guerra.

-Siga con su «yo acuso». También he visto a mucho europeo hacer de masái blanco. He visto a una panda de neófitos que creen saberlo todo y cuyos valores occidentales 'no-les-permiten-tolerar' que los guardacostas libios exijan que se respeten sus aguas. Proactiva es la única oenegé que lleva bandera libia. Les hemos invitado tres veces a subir al 'Astral' a tomar un té.

-Hay quien considera que ustedes rematan la faena de las mafias. Hay un argumento malicioso sobre las mafias lanzado por los militares y que algunas oenegés han comprado. ¿Quiénes son las 'mafias'? El pueblo que sufre, que no se puede ganar la vida cultivando olivos y decide robar motores o hacer negocio con los inmigrantes. Si yo viviera en Libia, sería un 'smuggler' [contrabandista].

-Claro es, usted. Algunas oenegés denuncian a los pescadores que se llevan los motores, y yo los he visto tirarse sin chalecos a salvar gente. Mientras, ante mil personas a punto de ahogarse, pedí ayuda a una oenegé que, preocupada por seguir el estándar, me contestó: «Si no me lo dice el Maritime Rescue Coordination Centre, no hago nada». Yo iría a buscarlos a la playa...