Al contrataque

No me consta

A este PP no le consta nunca nada que guarde relación con la corrupción. Es una forma de no mentir muchísimo a los ciudadanos; solo un poquito

CRISTINA PARDO

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A este PP no le consta nunca nada que guarde relación con la corrupción. La primera vez que usaron el comodín del «no me consta» fue en el 2013, cuando decenas de dirigentes fueron acusados de cobrar sobresueldos en negro. Como argumento defensivo era endeble, aún hoy lo es, porque es una forma de no mentir muchísimo a los ciudadanos; solo un poquito. Vamos, que no niegan la acusación en cuestión, porque es probable que sea real, pero se escudan en que no la conocen. El «no me consta» le sirvió también a <b>Esperanza Aguirre,</b> cuando la Guardia Civil registró el ordenador de su gerente: «Financiación ilegal en el PP de Madrid, que a mí me conste, no ha habido». Y lo ha usado igualmente la máxima autoridad del partido, Mariano Rajoy, para no explicar nunca el borrado de los discos duros de Bárcenas. No contesta, alegando que no conoce el tema. La primera pregunta, bueno, le pudo pillar con el pie cambiado. Pero hombre, la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta, no. Ya había tenido tiempo de indagar en la sede qué había pasado con los ordenadores del extesorero.

Digo yo que no le dará igual, ¿no? Sobre todo, cuando esa operación informática ha provocado el procesamiento del partido… Pero venga, vamos a dar por bueno que se borraron a espaldas de Rajoy. Cualquier persona normal se cabrea, pregunta, investiga; puro sentido común. Y nada de esto ha ocurrido. Da igual cuánto tiempo pase de una entrevista a otra: Rajoy nunca sabe. Por eso pierde fuerza la opción del borrado ingenuo del ordenador y también que se pudiera perpetrar sin el conocimiento de las máximas autoridades. Actúan como si no les importaran nada sus casos de corrupción. Así que, si es lo que parece, claro que les consta.

EL 'POWER POINT' PARA LOS ALCALDES

Esta reflexión viene al hilo del último escándalo que afecta al PP: un 'power point' con el que presuntamente, desde finales de los años 90, instruían a sus alcaldes en varias comunidades autónomas para aumentar la financiación a espaldas del Tribunal de Cuentas. El 'power point' está ahí, no parece una invención de la prensa. María Dolores de Cospedal se ha ventilado el tema dejando claro que no le consta, porque además en aquella época no tenía despacho en Génova. Muy bien. Pero ahora es la secretaria general y, por lo tanto, le incumbe todo lo que pase en el partido. O debería.

La misma línea ha seguido Pablo Casado, al que tampoco le consta: «Yo por aquel entonces estaba en COU». Muy bien. Pero ahora es vicesecretario de comunicación. Si va a salir en rueda de prensa el día que trasciende el 'power point', lo menos que puede hacer es informarse para aclarar públicamente las cosas. Todo lo demás supone, en mi opinión, tratar a los ciudadanos como si fuéramos lerdos.