Pequeño observatorio

El mal uso del verbo 'negociar'

Me sorprende que alguien que ha cometido un delito pueda llegar a un pacto con la fiscalía

Jaume Matas, en Palma de Mallorca, el pasado junio.

Jaume Matas, en Palma de Mallorca, el pasado junio. / epp vmo

JOSEP MARIA ESPINÀS

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Me ha sorprendido mucho, sinceramente, leer este titular de prensa: 'El señor Matas negocia con la Fiscalía un pacto para esquivar la cárcel'. No es que tenga nada en contra de la redacción de la noticia. Es rotundamente clara y precisa. Lo que me ha sorprendido es que un hecho se negocie. En mis años de abogado -tengo esa impresión- ningún fiscal negoció nada con un delincuente.

Resulta que Jaume Matas, que fue presidente de Baleares, ha estado en la cárcel y ahora no quiere volver a ella. Me hago perfectamente cargo. Una cárcel no tiene, en principio, las comodidades de un magnífico salón mallorquín, como el expresidente sabe por experiencia.

Pero me parece que el lector, y muchos ciudadanos de las islas, encontrarán sorprendente que quien ha cometido un delito pacte con la fiscalía algo que no se pactaría, pienso, con un infeliz defraudador. Parece que baste reconocer los hechos para no tener que someterse a las consecuencias, que son, no lo dudo, francamente desagradables. No debía de ser desagradable, naturalmente, que el PP balear, bajo el mandato de Matas y de acuerdo con el PP estatal, consiguiera un 3% de comisión en las adjudicaciones de obras públicas. Esto es saber negociar, puede decir alguien.

Pero no es así, porque negociar es una actividad legítima y extraordinariamente útil. Tengo que defender a quienes compran y venden y hacen que se active una sociedad. Hay dinero que no es sucio, sino saludable. Corrupción es una palabra que está relacionada con romper, con la rotura o rotura de algo. Y, naturalmente, de la ética.

A mí me fue muy bien que, en tiempos del franquismo, una persona que se aprovechaba de su vinculación con el régimen me hiciera una propuesta inaceptable. Después, azares de la vida, supe que alguien la había aceptado. A veces una negativa puede ser una afirmación.