Pérez Andújar y los bufones

Para cierto independentismo, el escritor del Besòs encarna la Catalunya castellanohablante que no desfila cuando debiera y vota lo que no debe

Colau y Collboni, con Pérez Andújar ante el cartel de Gallardo.

Colau y Collboni, con Pérez Andújar ante el cartel de Gallardo.

ENRIC HERNÀNDEZ

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En este terruño de unanimidades impostadas y silencios autoimpuestos, la pertenencia a la masa aliena a los individuos en busca del aplauso gregario. Se convence el líder de que es el Mesías, el periodista estrella se erige en padre de la patria y el cómico, en intelectual. El oficialismo asocia discrepancia a disidencia y su claque, testimonial pero ruidosa, acoge la crítica como ofensa a la patria. Y así nos va.

Javier Pérez Andújar no es un activista político, ni pretende serlo. Cronista suburbial, desde la orilla del Besòs narró con semejante escepticismo el embelesamiento de la Barcelona posolímpica, el transversal clasismo de una Catalunya aburguesada y las recientes exhibiciones del independentismo venido a más.

Pero es este último, su más reciente aldabonazo contra el relato oficial, el que ha torcido la revolucionaria sonrisa de la 'colla' de los 'ara o mai'. ¿Su pecado? Haber tildado una manifestación de la Diada de "parque temático del independentismo". A ojos de algunos, Pérez Andújar encarna esa molesta Catalunya castellanohablante que no desfila cuando debiera y encima vota lo que no debe.

En señal de repulsa por su elección como pregonero de la Mercè, un imitador televisivo del 'star system' soberanista ha organizado un 'antipregón' con Felipe V como vocero. Tanto da que durante el asedio borbónico de 1714 la patrona fuera Santa Eulàlia, y no la Mercè. Seguro que sus acólitos le disculparán el anacronismo.

Profusamente convocada a través de las redes sociales (agítese antes de usar), la 'performance' quiere robar plano a la Mercè ciudadana y dejar claro lo que ya intuíamos: que cierto independentismo solo quiere pregoneros independentistas. Otra escaramuza como la de la exposición sobre el franquismo en el Born, sagrado lugar del soberanismo ahora profanado por los infieles.

SERVILES CORTESANOS

En la pasada Mercè fue una furtiva estelada en el balcón del Ayuntamiento lo que encendió la mecha divisoria. Esta vez, una bufonada jaleada por concejales convergentes. Lástima que los bufones de hoy, serviles cortesanos, pregonen su intolerancia contra el adversario sin osar mofarse de quienes los alimentan.