Al contrataque

Huevos enfurecidos

Es un espanto el espectáculo de los tuits del entorno del PSOE en los que se insulta a los dirigentes socialistas críticos con Pedro Sánchez

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en A Coruña.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en A Coruña. / periodico

CRISTINA PARDO

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En los últimos días hemos asistido a un espectáculo de airados tuiteros socialistas que, en mi opinión, solo puede ser definido como bochornoso. Dirigentes poco partidarios de Pedro Sánchez han tenido que salir en tromba a defender la libertad de expresión del presidente de Extremadura. Resulta que Fernández Vara viene ejerciendo de portavoz del malestar interno y no ha tenido reparo en decir que no está en el PSOE para tocar las palmas y que lleva más de dos meses sin hablar con su secretario general. Inmediatamente después, una manada desquiciada le llamó «rata», «lastre», «vergüenza» o «traidor» e incluso hubo quien le pidió que dejara de «dar por culo». Esto no es lo peor, porque además es relativamente habitual en Twitter. Lo dramático es que los propios socialistas sospechan que la mano que mece a estos tuiteros tan simpáticos está en Ferraz; que algunos encargados de redes del PSOE tienen varias cuentas, con nombres ficticios, desde las que insultan al discrepante.

De ser así, resulta escalofriante el nivel intelectual del coro que rodea a los aspirantes a gobernar este país, si es que en algún momento vuelve a gobernarnos alguien. No obstante, todavía me parece más alarmante la cabeza de chorlito del que acata este tipo de órdenes. «Oye, María del Carmen, tenemos que escribir unos tuits contra Fernández Vara. Que todo el mundo sepa que en el PSOE estamos con Pedro»; y coge María del Carmen, avisa a seres igualmente moldeables y empiezan a juntar caracteres para que parezca que a Sánchez le quiere todo el mundo, salvo las ratas traidoras. Y es en ese momento exacto cuando el de Ferraz, María del Carmen y sus muñecos nos toman por tontos y esperan que pensemos que Sánchez está totalmente consolidado como líder del partido porque hay 500 personas con fotos de huevos de colores que lo están diciendo en Twitter. Y si lo dicen ellos, será verdad.

Argumentos de parvulario

Este fenómeno caníbal consistente en destruir a propios y ajenos con argumentos de parvulario no se circunscribe únicamente a la red. Más de un dirigente socialista recibió llamadas de teléfono este verano, antes o después de entrar en los medios de comunicación, advirtiéndole de las consecuencias de criticar a la ejecutiva. Sé también que los insultos procedentes de huevos con nombres exóticos no son exclusivos en el PSOE, pero sí es la primera vez que miembros relevantes de un partido (Rubalcaba, Susana Díaz, Carme Chacón, Eduardo Madina o Javier Lambán) denuncian sin tapujos a las marionetas tuiteras de los propios. Como espectáculo, independientemente de si estás a favor o en contra de Sánchez, es un espanto. En mi opinión, esa no es la clase de huevos que hay que tener para absolutamente nada.