Hay años que trabajan a favor

Me ha sorprendido que Jordi Bianciotto publicara en este diario una larga entrevista con <b>Julio Iglesias. </b>Pero he empezado a leerla y me ha interesado mucho. Yo solo tenía de Iglesias unas imágenes que hace muchos años aparecían en la televisión, en las que el cantante ponía su mano, completamente plana, sobre la cintura mientras entonaba unas canciones más bien sentimentales. 'La vida sigue igual' igual fue uno de sus éxitos más populares.

El hecho es que hoy se habla poco de Julio Iglesias, pero la información de EL PERIÓDICO me hace descubrir la caja de la sorpresa. Da conciertos en Rusia, en Australia, en Sudáfrica... Veo que la vida 'no sigue igual' para el cantante. Vive en Estados Unidos desde hace 40 años. Y quién diría que bebe vino de Burdeos del año 82. Botellas que compró baratas y le han dado buen resultado. «A veces el tiempo nos hace mejores», dice el cantante, y tiene razón, y no solo en el mundo de los vinos.

Pienso que este proceso también se produce a menudo en diversos ámbitos. Cuando Leo Ferré habló en Barcelona con Lluís Llach, que le preguntó cómo conseguía cantar con tanta fuerza, el francés le dijo que era cuestión de los años. «Con el paso del tiempo se canta mejor».

Si la voz aguanta, la expresión madura. Con un punto de ironía, Julio Iglesias dice que ya tiene 99 años y medio, y que está aprendiendo, que es lo importante. Y evoca a Sinatra, Elvis, Nat King Cole. Admira a los cantantes que sobreviven a las generaciones, como Aznavour. Yo pienso que si las facultades físicas se conservan, la capacidad expresiva aumenta y gana matices.

Es probable que encontráramos ejemplos similares en actividades u oficios varios. El artista que gana creatividad en la madurez. El escritor que madura su estilo. El actor que domina mejor el significado de cada gesto.

La vida puede ser una escuela de depuración.