El mercado laboral en España (1)

Nuevas medidas para generar empleo

Es relevante que se garanticen la estabilidad institucional y la seguridad jurídica para que el país crezca

Paz Vega protagoniza 'Perdóname Señor'

Paz Vega protagoniza 'Perdóname Señor' / periodico

JAVIER IBARS

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La situación del mercado laboral en nuestro país evoluciona de forma positiva en sintonía con el comportamiento económico general, con incrementos interanuales del empleo y de la afiliación y un descenso del paro que confirman la tendencia iniciada en el 2013 de creación de empleo, que se mantendrá en los próximos trimestres según todas las proyecciones.

Sin embargo, pese al incuestionable proceso de reactivación económica y del empleo, dado que la tasa de paro sigue siendo elevada y existen determinados riesgos latentes, es necesario superar la situación de incertidumbre política y conseguir un entorno institucional que impulse la mejora de la economía y del mercado laboral, por lo que no se puede bajar la guardia y conviene adoptar nuevas medidas para la creación de empleo por parte de las empresas en términos de reducción de costes, flexibilización de las relaciones labores y mayor seguridad jurídica en la aplicación de la normativa vigente.

PROFUNDIZAR EN LAS REFORMAS

Los próximos gobiernos que se constituyan, a partir de la concertación y el diálogo social tienen que profundizar en las reformas y medidas que estimulen la actividad económica y nos doten de un marco jurídico flexible, que favorezca la capacidad de adaptación de las empresas a los ciclos económicos y potencie la creación de empleo a medida que se consolida la recuperación económica.

Por lo tanto, es especialmente relevante que se garanticen los principios de estabilidad institucional, certeza y seguridad jurídica para impulsar las previsiones de crecimiento económico y de empleo para el 2016.

Uno de los elementos más relevantes que afectan al mercado de trabajo viene constituido por el carácter que se otorgue a la relación laboral en función del tipo contractual que se suscriba: indefinido o temporal. No puede obviarse que nuestro país se sitúa en el puesto 160 de los países desarrollados en cuanto a dificultades y rigidez para contratar y despedir, y en definitiva para crear empleo, según datos del Banco Mundial. Todos los ítems laborales -duplicándose las tasas de paro y temporalidad, entre otras, con respecto a Europa- no solo son ostensiblemente peores en España en una situación de crisis económica, sino también en épocas de bonanza, lo que evidencia una problemática estructural.

PLANTILLAS ESTABLES

No cabe duda de que a las empresas les interesa desde numerosos puntos de vista (costes en procesos de selección, en recursos humanos, pérdida de experiencia adquirida por el trabajador, inversión en formación, fidelización del empleado, prevención de riesgos laborales, productividad, etcétera) el mantenimiento de una plantilla lo más estable posible. Las elevadas indemnizaciones por despido, los costes laborales, la rigidez en la normativa laboral que dificulta la adaptación de los recursos humanos de la empresa, unidos a causas como una inaceptable inseguridad jurídica producto de la ingente y cambiante normativa laboral y de las diferentes interpretaciones judiciales de la misma, son factores disuasorios de la contratación estable en nuestro país.

Más aún si tenemos en cuenta la realidad de nuestro tejido productivo, constituido en un 99% por pequeñas y medianas empresas y microempresas, para las que los elementos expuestos suponen barreras difícilmente franqueables, sobre todo en épocas de crisis o incertidumbre.

TEMPORALIDAD ESTRUCTURAL

Igualmente, debe advertirse de que nuestra configuración productiva propicia la existencia de una temporalidad estructural debido a que sectores como los servicios, con empresas dedicadas al turismo y la hostelería, entre otros, la conllevan por la propia naturaleza de sus actividades. Por ello es habitual en el tercer trimestre de cada año un ligero incremento de esa tasa de temporalidad, sin que ello deba presuponer connotaciones negativas, sino una creación de empleo coherente con nuestra estructura productiva.

Desde el mundo empresarial se promueve la estabilidad en el empleo, y prueba de ello la tenemos tanto en los diversos acuerdos para el empleo y la negociación colectiva firmados a nivel estatal como en los acuerdos interprofesionales de Catalunya suscritos por Foment del Treball y las organizaciones sindicales, donde los agentes sociales instamos a la articulación de fórmulas de flexibilidad para propiciar mecanismos de adaptación internos preferibles a los ajustes de empleo, la potenciación de la contratación indefinida a tiempo parcial como alternativa a la contratación temporal y el desarrollo de la formación continua, la promoción y la actualización permanente de la organización profesional para adaptarla a los cambios en la organización del trabajo. Son factores fundamentales favorecedores de una incentivación de la contratación y de una mayor estabilidad en el empleo.