La rueda

Rodalies: ¿pactismo o ingenuidad?

Quisiera pensar que Santi Vila fue víctima de un engaño por parte de la ministra Ana Pastor

ANDREU PUJOL MAS

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En noviembre del 2013 se hizo público un acuerdo entre la Generalitat y el Gobierno español para invertir 306 millones de euros extra en Rodalies antes de julio del 2016. El conseller de Territori i Sostenibilitat de entonces, Santi Vila, explicó que no había habido ni negociación porque la ministra Ana Pastor había aceptado todas sus propuestas de buenas a primeras. A lo largo de aquella legislatura, Vila se dedicaría a exhibir amistad con la ministra para mostrar las virtudes del pactismo frente a la vía independentista que no pretende pedir permiso a nadie más que a los ciudadanos de Catalunya. «La complicidad con la ministra Pastor es absoluta», declaró en una entrevista. Sobre las inversiones pactadas, Vila afirmaría en julio del 2014: «Se están cumpliendo. Con dificultades, pero se cumple».

Ahora que ya ha pasado julio del 2016 y que los trenes aún dejan a los pasajeros abandonados en mitad de la nada, sabemos por boca del actual conseller de Territori i Sostenibilitat que de los 306 millones no se han invertido ni el 2% y que del presupuesto del 2015 solo se han ejecutado el 26% de las inversiones que Adif tenía previstas para Catalunya. Claro que Pastor aceptó todas las propuestas catalanas: no tenía por qué perder el tiempo negociando si no tenía pensado cumplir nada de lo que habían hablado. Desde la buena fe, quisiera pensar que Vila fue víctima de un engaño, lo que evidenciaría una vez más que el pactismo, desde la actual correlación de fuerzas entre una comunidad autónoma y todo un señor Estado, no es más que una forma de ingenuidad. Sinceramente, no me gustaría tener ingenuos dirigiendo mi país. Ahora bien, si me pongo a pensar mal podría interpretar que todo eso iba muy bien a una estrategia política personal de nadar y guardar la ropa. Sea como sea, todo a expensas del bienestar de los ciudadanos de Catalunya.