LA RUEDA

El problema está en la U

Nadie, ni la UE ni el Estado, reconocería el referéndum unilateral en Catalunya

JOSÉ A SOROLLA

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La sopa de letras del independentismo catalán no cesa de aumentar. De la DUI (declaración unilateral de independencia) hemos pasado al RUI (referéndum unilateral de independencia), pero también han aparecido el RUV (referéndum unilateral vinculante) y el RI (referéndum de independencia). Esta última sigla es la preferida por la ANC, aunque para el caso es lo mismo. Finalmente, el Parlament ha aprobado con la mayoría de Junts pel Sí (JxSí) y la CUP el "mecanismo unilateral de ejercicio democrático", un eufemismo del RUI porque parte de JxSí rechaza el referéndum unilateral. El independentismo puede jugar con las siglas y cambiar la D por la R, pero el problema está en la U.

La declaración del Parlament que consagra la desconexión y la unilateralidad ha desencadenado ya la reacción del Gobierno y con toda seguridad la suspenderá el Tribunal Constitucional. En ese texto se afirma que el proceso soberanista no se someterá a ningún tribunal. Pese a ello, dirigentes como el president Puigdemont siguen diciendo que todo es legal. Y si ese argumento no convence, se recurre a la oposición de democracia y legalidad, como si la primera pudiera estar por encima de la segunda.

Todo lo que se vota, por lo visto, es democrático por el solo hecho de imponer la mayoría. Pero eso no es así. El Parlament o el Congreso de los Diputados solo pueden decidir sobre lo que les compete. Pongamos un ejemplo por reducción al absurdo. Supongamos que el Parlament, con motivo del conflicto del arte sacro, vota declarar la guerra a Aragón. ¿Sería eso democrático? Pero la unilateralidad choca también con un argumento más práctico. Como recuerda el independentista enragé Héctor López Bofill, todos los RUI en Europa se han celebrado en un contexto bélico. Que es como decir que, en el contexto actual, nadie, ni la UE ni ningún Estado, reconocería el RUI en Catalunya. Sin salida pactada, todo es un brindis al sol.