LOS SÁBADOS, CIENCIA

Visitantes no deseados

Las bases por las que un mosquito pica a una persona, mientras ignora a otra, aún están por resolverse de forma satisfactoria

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MANEL ESTELLER

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Ya están aquí. Ya han llegado. Los escucho por la noche. Puedo sentirlos rondando mi piel durante el día. El verano les invita. Son los mosquitos y otros insectos que nos visitan. A estos traviesos seres y a sus parientes dedicaré este artículo, así que tomamos el champú, el cepillo y las diferentes pomadas y cremas (pre y pospicada) y adentrémonos en este mundo de milímetros, de patas peludas articuladas y chupadas inesperadas.

Dice la leyenda popular que las casas farmacéuticas tiran desde aviones millones de piojos sobre los colegios para generar una industria de productos preventivos y erradicadores muy beneficiosa. La verdad es que los piojos siempre han estado entre nosotros, mucho antes de que se inventara el transporte aéreo. El piojo del cabello ('Pediculus humanus capitis') es un exquisito gurmet que solo chupa la sangre de la especie humana y del chimpancé y sin su comida muere en tres días.

Tiene un primo un poco más descarado, el piojo 'Pthirus pubis', que vive sobre todo en el pelo púbico y es menos saltarín que el del cabello. ¡Y qué podemos decir de su primo segundo, la pulga ('Siphonaptera')! Estos bichos son unos parásitos de muchos mamíferos y aves y pueden actuar como puente para la transmisión del tifus o de la peste bubónica, transmitida entre roedores y humanos por la pulga de la rata de alcantarilla ('Nosopsyllus fasciatus') y la pulga de la rata negra ('Xenopsylla cheopis'). Tiene un hermanito, también bastante desagradable, llamado chinche de la cama o doméstico ('Cimex lectularius') que chupa la sangre, pero no sabe saltar como las pulgas. Solo faltaría eso.

MÁS VIEJOS QUE EL RASCAR

¿Y los ácaros ('Parasitiformes')? Parecen ser una subclase de arácnidos y son más viejos que el rascar (nunca mejor dicho), ya que se han encontrado fósiles. Entre los más conocidos destaca el ácaro del polvo ('Dermatophagoides farinae'), causante de alergias, el ácaro de la enfermedad de la piel llamada sarna y las garrapatas que al chupar la sangre pueden transmitir patologías infecciosas como la enfermedad de Lyme asociada a la bacteria 'Borrelia burgdorferi'Si ha podido leer hasta aquí sin experimentar picores, creo que se merece una medalla. Pero, por favor, levantemos el espíritu y pongamos nuestros ojos mirando hacia el hermoso cielo azul de nuestro país. Un momento... ¿Qué es esto? Ya me había olvidado de los mosquitos del inicio...

Los mosquitos tienen mala fama y con razón. Pero, antes de meternos con ellos, digamos algunas cosas buenas para quedar bien y que no nos cojan especial manía. Hay familias de mosquitos, entre ellas algunas de las que originan los individuos más grandes, que no pican. Consiguen todos sus alimentos de los néctares. Pero incluso los que pican lo hacen por necesidad, no por vicio. Sobre todo las hembras necesitan las proteínas y el hierro que obtienen de la sangre para producir sus huevos. Bien, ahora que hemos sido amables, ya podemos acusarlos públicamente por sus fechorías.

MÁS PICADAS A LAS EMBARAZADAS

De entrada, parece que prefieren picar más a las mujeres embarazadas, tal vez debido a un ligero aumento de la temperatura de estas personas. Las bases por las que pican a un individuo, mientras ignoran a otro, aún están por resolverse satisfactoriamente. Entre las enfermedades más comunes transmitidas por diferentes tipos de mosquitos tenemos la malaria, la fiebre amarilla y el dengue asociadas respectivamente al protozoo 'Plasmodium' (con su mosquito 'Anopheles') y a dos virus del género 'Flavivirus', respectivamente. Debido a estas tres enfermedades, unas 500.000 personas murieron en el 2014. En las últimas dos enfermedades, nuestro recién adquirido mosquito tigre ('Aedes albopictus') suele ser el puente transmisor y debemos evitar dejar agua en pequeños recipientes al aire libre porque es su lugar preferido de cría.

Hay otros mosquitos más exóticos, pero que de vez en cuando rebrotan con rabiosa actualidad. Por ejemplo, hay mosquitos que transmiten el virus que provoca la fiebre del Nilo Occidental ('West Nile Virus'), que dísparó la alarma a finales de los años 90 cuando salió de su zona endémica y llegó a EEUU. Y, cómo no, los mosquitos del género 'Aedes' que actúan como transmisores del virus del Zika. Este virus fue identificado por primera vez en Uganda en 1947 y fuera de África no fue detectado hasta el 2007 en una isla del Pacífico. ¡Y hoy se puede cargar él solo unos Juegos Olímpicos! No hay enemigo pequeño.

Quisiera acabar con las moscas para dejar un buen sabor de boca. Y es que estas a veces se alían con los mosquitos. Solo mencionar el delicioso caso de una mosca ('Dermatobia hominis') presente en el continente americano que engancha sus huevos al mosquito y que cuando este aterriza sobre nuestra piel, sus larvas aprovechan para meterse dentro de nosotros. Verdaderamente entrañable.

Disfrute, pues, del verano y, tal vez, cuando vea algún pequeño insecto lo mirará con otros ojos. Seguramente él también les mirará atentamente, aunque dudo que lo haga con iguales intenciones.