Otra visión de Medicina en la UPF

El proyecto de los estudios de Medicina de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) comenzó a gestarse hace 25 años, como una iniciativa docente innovadora, como señalaba Antonio Sitges Serra en estas mismas páginas el pasado 21 de abril al hacer un balance que no comparto. Desde mi punto de vista, los elementos más novedosos, que se han materializado con el tiempo, son una metodología educativa propia y perfiles específicos de los futuros profesionales.  En cuanto a la primera, se ha contado desde el principio con la inestimable ayuda de un grupo de profesionales expertos en educación en ciencias de la salud.

Este grupo ha recibido sucesivos galardones a la excelencia docente por parte de la Generalitat. Algunas de las innovaciones más relevantes han sido la incorporación del aprendizaje basado en problemas (ABP), la inmersión de los estudiantes en el mundo clínico desde el primer curso, compartir las clases de las asignaturas de los primeros cursos con estudiantes de Biología Humana, así como las de algunos cursos clínicos con estudiantes de enfermería, la presentación sistemática de clases y exposiciones temáticas por parte de los estudiantes, las estancias en centros clínicos y de investigación punteros tanto nacionales como internacionales, la autoría de un trabajo de investigación  a lo largo de los últimos cursos, una gestión e interlocución muy directa a nivel institucional y de facultad y el aprendizaje de competencias transversales: el trabajo en equipo, el uso de las bases de datos biomédicos y la mejora de su expresión escrita y oral a nivel científico.

En cuanto a los perfiles profesionales específicos de nuestra facultad, se definieron dos de ellos como valor añadido a la enseñanza tradicional en otras facultades. Un primer perfil derivado de una formación adecuada para futuros médicos de familia, con especial atención a la epidemiología y la salud pública, y un segundo perfil basado en un fuerte componente científico y de investigación, destinado a nutrir en un futuro los importantes grupos de investigación biomédica (clínica y básica) de nuestro país. 

ESTUDIOS DE MIR

Para ambos objetivos, el profesorado incorporó docentes relevantes no solo en disciplinas clínicas, sino en epidemiología y salud pública, así como en ciencias más básicas (muchos de ellos médicos, pero también licenciados en biología, bioquímica y todas las áreas del saber relacionadas con la medicina). Creemos firmemente que en la actualidad los docentes no deben clasificarse por su licenciatura-grado de origen, sino por sus competencias presentes. Del mismo modo, hoy en día los grupos clínicos y de investigación médica tienden a ser multidisciplinares, para complementar los mutuos conocimientos y habilidades. No es pues eso una debilidad sino una fortaleza: disponer de profesionales complementarios para conseguir una docencia óptima. De hecho, el sistema de enseñanza parece adecuado, ya que en un reciente análisis del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas con la Fundación BBVA nuestros estudios han sido clasificados como los mejores de España para la enseñanza de la medicina .

     En cuanto a no minimizar el impacto del MIR en nuestro modelo de enseñanza hay que indicar que el mundo real no es, desgraciadamente, el mundo ideal. En nuestro país, la formación médica especializada pasa por un sistema excelente, aunque con alguna limitación, como podría ser un tipo concreto memorístico de examen MIR. Ciertamente no es el ideal para seleccionar futuros especialistas médicos, pero es equitativo para todos los aspirantes y sobre todo, es el método actualmente vigente. Por lo tanto, nuestra obligación es formar a nuestros estudiantes de medicina lo mejor posible, pero también asegurarnos de que accederán en las mejores condiciones a su futura especialización (con opciones de elegir la especialidad deseada y el lugar donde realizarla).

BUENA CLASIFICACIÓN 

De hecho, una buena formación asegura el éxito en el examen MIR. La prueba es que todos los estudiantes de la primera promoción que se presentaron consiguieron plaza en la última convocatoria, y nuestros estudios, compartidos con el excelente profesorado de la UAB, quedaron clasificados en segunda posición de todo el Estado en la clasificación del Ministerio de Sanidad.

   Por todo ello, y como han reconocido repetidamente varios rankings, nuestro plan de estudios, compartido con la unidad docente de la UAB y con los centros asistenciales del Parc de Salut Mar, sí representa una alternativa innovadora y de calidad a los estudios tradicionales de medicina.