IDEAS

Tarantino & Morricone

RAMÓN DE ESPAÑA

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A veces, la entrada en la edad adulta conlleva extrañas mutaciones en los gustos personales. A mí, de crío, las películas que más me gustaban eran las del oeste en general y los 'spaghetti westerns' en particular, pero ahora me mantengo alejado de los wésterns como si pudieran contagiarme la tiña desde la pantalla. Ni yo mismo me lo explico muy bien, pero las películas que me alegraron la infancia me generan ahora un rechazo solo comparable al de las de ambiente bélico, que también me encantaban de pequeño. La vida es muy rara. Y la del cinéfilo, aún más.

Mi única excepción a la regla se llama Quentin Tarantino, cuya visión del mundo me entretiene enormemente y al que le permito que se acoja al género cinematográfico que más le guste: me tragaré 'Los odiosos 8' con las mismas ganas que le puse a 'Malditos bastardos'. Entre otras cosas, porque la música es de Ennio Morricone, al que Tarantino y un servidor conocimos en la infancia y no nos lo hemos quitado de encima desde entonces. Yo lo descubrí en los programas dobles de los sábados por la tarde con mi abuela y mi hermano mayor, y fue el primer compositor cinematográfico que me llamó la atención porque lo que hacía me parecía épico, original, pegadizo y vagamente rockero. Pese a componer para todo tipo de películas, lo que hacía para las del oeste era especial, y aunque lo más célebre fue lo que hizo para Sergio Leone, directores con menor interés se beneficiaron de su talento (pienso en Sergio Sollima y 'El halcón y la presa', donde sonaba la impresionante canción 'Run, man, run').

Hasta ahora, Tarantino se había limitado a fusilar temas ya usados por Morricone -cosa que al músico, que ya tiene 89 años y arrastra cierta fama de colérico, nunca le hizo mucha gracia-, pero con 'Los odiosos 8' ha logrado que el ídolo musical de su infancia le fabrique una banda sonora a medida.Y por otra parte, que un italiano que nunca se ha tomado la molestia de aprender inglés haya sido capaz de revolucionar la música de los wésterns -hasta la televisión americana recurrió a él para la última temporada de 'El virginiano'- solo puede calificarse de insólita hazaña.