Saltarse (o no) la pared
Puigdemont deberá elegir: precipitar el choque con el Estado o dilatar los plazos y hacer pedagogía sobre la inviabilidad de la independencia unilateral
Enric Hernàndez
Director
Director de EL PERIÓDICO desde el 2010 y licenciado en Ciencias de la Información por la Universitat Autònoma de Barcelona. En 1998 se incorporó al diario como redactor jefe de Política en Madrid. Un año más tarde, asumió la jefatura de la delegación y, en el 2006, fue nombrado subdirector. También trabajó en 'El País' como director adjunto y en el diario 'Avui', donde inició su carrera profesional.
ENRIC HERNÀNDEZ
Lograr la independencia de Catalunya en 18 meses, según la hoja de ruta trazada por el Parlamenthoja de ruta, es el monumental desafío que afronta Carles Puigdemont, 130º 'president' de la Generalitat. Como 'sherpas' del ascenso al Everest, Puigdemont y el vicrepresidente Oriol JunquerasOriol Junqueras tendrán que sortear numerosos obstáculos financieros, jurídicos, políticos y cívicos. Deberán medir bien sus pasos y acertar en el cálculo de los costes y beneficios, pues ambos quedarán en herencia para las generaciones venideras.
Financieramente, Junqueras deberá elegir entre el posibilismo académico de Mas-Colell y el ardor revolucionario de Varoufakis. El 'diktat' de la austeridad y los recortes a cambio de la liquidez del FLA o romper la baraja con Madrid y Bruselas a costa de dejar sin blanca a la Generalitat. Un baño de realismo que pondrá a prueba la facultades retóricas del líder de ERC.
Jurídicamente, el proceso constituyente y las estructuras de Estado chocarán con la granítica muralla del Constitucional, que las dejará en suspenso sancionando cualquier desobediencia. Agotados los cauces legales, el 'president' Puigdemont y sus socios afrontarán el gran dilema de esta legislatura: saltarse la pared, exponiendo a los funcionarios a penas de inhabilitación y al autogobierno, a la suspensión, o acatar el bloqueo institucional, agitándolo para ampliar la todavía insuficiente base social del independentismo.
Dañar la convivencia
Políticamente, la presión de la CUP en el Parlament para que se ejecute con premura el prometido plan de ruptura amenazará la cohesión del Govern, esposado a un programa maximalista de imposible cumplimiento. Cuanto más veloz avance la locomotora independentista, antes llegará la colisión con la del Estado. Y con ella, el precipitado fin de una legislatura que habrá truncado tantas esperanzas legítimas como espurias ensoñaciones.
Y cívicamente habrá que elegir entre tensionar más el país, a riesgo de dañar la convivencia, o dilatar los plazos y hacer pedagogía entre convencidos y detractores, reconociendo que la independencia unilateral nunca fue viable, pero aún menos con el 52% de los catalanes en contra.
- Sumergir los pies en vinagre, la nueva tendencia que arrasa: estos son sus beneficios
- Rosalía disfruta de una cena familiar en un famoso restaurante del Born
- Illa replica a Aragonès y Puigdemont: "El uso del catalán ha retrocedido en una década de gobiernos de Junts y ERC
- Un final bochornoso en el Bernabéu
- El gran secreto para acabar con los pececillos de plata
- Olvídate de freír el huevo en la sartén: esta es la fórmula para hacer los mejores huevos fritos
- Álex ya está en casa: "Las Fuerzas Armadas nunca dejan a nadie atrás
- Este es el pueblo de Catalunya que participará en Grand Prix este verano