Duran, ministro

Josep Antoni Duran Lleida, en el debate de EL PERIÓDICO.

Josep Antoni Duran Lleida, en el debate de EL PERIÓDICO. / periodico

JOAN GUIRADO

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Josep Antoni Duran Lleida está a punto de ver cumplido su sueño. En función de los resultados electorales del 20 de diciembre, quien ha sido la cara visible de Convergència Unió en los últimos años en el Congreso de los Diputados podría, finalmente, sentarse en la mesa del Consejo de Ministros. En caso de que Mariano Rajoy vuelva a ser presidente, Duran tiene más de una papeleta para ser nombrado ministro de su ejecutivo. En esta ocasión el líder democristiano no tendrá que esperar el beneplácito nunca concedido des de la Plaza Sant Jaume para ser o no ser. Eso sí, si hacemos caso de las encuestas, lo haría como independiente, ya que el partido que lidera, Unió Democràtica, parece que, también esta vez, se quedara sin representación parlamentaria en el Congreso, como ya ha pasado en el Parlament por primera vez en la historia. Y el movimiento de Duran, puede acabar por finiquitar su historia de más de ochenta años. Algo, por cierto, que beneficiaría a la franquicia catalana del PP.

El afán del actual ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo por hacerse cargo de la cartera de Economía -algo que ya desveló en 2012 ante la posibilidad que De Guindos se fuese al Eurogrupo-, y ahora que quedara libre tras el anuncio de la marcha del actual ministro después del 20 de diciembre, abre las puertas de este ministerio de suma importancia y máxima confianza del presidente, cosa que Rajoy ya ha demostrado en público a Margallo, por ejemplo, durante la presentación de su libro, al actual titular de Exteriores. Dejando libre a la vez, el ministerio de relaciones internacionales, un campo en el que Duran esta ya muy habituado y encajaría a la perfección.

La designación de Duran Lleida como nuevo ministro de Asuntos Exteriores le permitiría a Rajoy estar permanentemente conectado con lo que está pasando en Catalunya, desde una óptica que difícilmente ninguno de sus hombres en Madrid le pueden aportar. Situaría en una área estratégica, seguramente con el acuerdo de cualquier partido con el que pacte gracias a la lealtad continuada de Duran con el estado, a un buen conocedor de las relaciones internacionales, bastante bien valorado en el mundo, y catalán. ¿Quién mejor que alguien residente en Catalunya, aunque nacido en Aragón, para explicar al mundo que lo de la independencia es algo que no conviene a nadie? Y qué gol por la escuadra a Artur Mas… 

Cuando Duran se ofreció a prestarle los 34 diputados que le faltasen a Rajoy para formar gobierno, aunque sabía que no le podría prestar ni uno, ya sabía lo que se decía. La presencia de Duran en el consejo de ministros es un 'win-win' para los dos: Rajoy consigue lo que más le gusta hacer, sonrojar a su rival y Duran finalmente ser ministro. Y, de paso sea dicho, conservar el pasaporte diplomático del que hace tiempo dispone como presidente de la comisión de Exteriores del Congreso.