Recibo

JOSEP-MARIA URETA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No es tan difícil calcular cuánto cuesta llevar el agua hasta cada domicilio o a cada empresa productiva y luego distribuirlos según las necesidades y provecho de cada cual. Sobre todo porque producir agua solo es cuestión de recoger la lluvia o extraerla desde el interor de la tierra, y repartirla. ¿Fácil? Tanto como que a partir del derecho de acceso a este bien común se han creado mallas de intereses particulares y empresariales disfrazados de interés general con una capacidad de imponer la voluntad del político de turno como pocas otras en España. El domingo se reproducirán esos intereses en no pocas votaciones, según qué cuenca riegue cada demarcación electoral.

En Catalunya vamos por delante algunos años, que no es siempre para mejor. Hemos convertido el agua en un bien escaso, aunque bien abastecido, en una inversión que cotiza en la bolsa española y francesa. Empezó la antigua Agbar, concebida por Ricard Fornesa desde La Caixa. Tuvo la contestación ciudadana (¿nadie recuerda la protesta callejera contra el recibo del agua de los 90?). Que ahora sea el dominio absoluto del agua de los catalanes por 50 años y a precio fijo como acordó, ladinamente, en enero del 2011, el Govern de Mas, quienes lo denuncian son los mismos de hace décadas¿No lo entienden?