Santi Vila o Miquel Buch

La necesidad de acabar con el que ha sido el principal partido de la Catalunya autonómica es ahora una de las prioridades de Artur Mas

Artur Mas, Santi Vila e Inés Arrimadas, al final de la sesión matinal del Parlament.

Artur Mas, Santi Vila e Inés Arrimadas, al final de la sesión matinal del Parlament.

JOAN GUIRADO

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Convergència Democràtica de Catalunya tiene los días contados. La necesidad de acabar con el que, hasta hoy, ha sido el principal partido de la Catalunya autonómica, es ahora una de las prioridades de Artur Mas y su equipo dentro CDC. Afrontan los próximos meses, hasta el congreso extraordinario del primer trimestre del año que viene, como una carrera de fondo y obstáculos donde deben ser capaces de saltar muchas barreras para llegar a ser lo que algunos ya tienen en mente.

La nueva Convergència, que no tendrá de igual ni el nombre, tiene que ser capitaneada por una persona joven, curtida en el ámbito municipal y con experiencia de gestión orgánica. Pero, a la vez, debe ser una cara fresca, sin mucho minutaje mediático para que los votantes no lo vinculen con la CDC autonomista y presuntamente corrupta.

Algunos dicen que se tiene que cerrar la parada y abrir una nueva. Otros hablan de refundar y algunos de hacer retoques. Los responsables de poner en común las muchas sensibilidades y opiniones que hay dentro la formación tendrán faena para dibujar un nuevo instrumento moderno y útil para Catalunya.

El actual 'sonseller' de Territori Santi Vila -alcalde de Figueres durante unos cuantos años- y el presidente de la Associació Catalana de Municipis, alcalde Premià de Mar y responsable de algunas de las imágenes más potentes de apoyo a Artur Mas, como la de los alcaldes en el Palau de la Generalitat, Miquel Buch, se disputarán, con toda probabilidad, el liderazgo de esta nueva entidad que se está gestando en la calle Còrsega de Barcelona. Podría haber muchos otros candidatos, como Josep Rull -actual coordinador general, aunque muy desgastado por los casos de corrupción que han aflorado durante su liderazgo-, Germà Gordó -discreto 'conseller' de Justícia y gran conocedor de la estructura del partido pero, a la vez, de la vieja guardia- o Jordi Turull -actual presidente parlamentario de Junts pel sí, pero demasiado expuesto a los medios-. Vila, que todo apunta no repetirá como Conseller y volverá a la Universidad temporalmente, ya ha manifestado su voluntad de continuar teniendo un papel relevante en la política catalana. Ahora bien, no ha especificado cuál. Buch, por su parte, afronta desde junio su tercer mandato municipal en Premià y el segundo en la ACM, y es un valor al alza del conocido 'fil roig' convergente, agrupado ahora en el entorno del 'Moment Zero' y con grandes estrategas detrás, como Jordi CuminalMarc Pifarré o Jordi Cabrafiga. Mujeres de la misma generación que Vila y Buch, forjadas en las juventudes de CDC, como la vicepresidente Neus Munté, la secretaria de política municipal Laura Costa, la asesora de Ramon TremosaMarga Payola, o la flamante vicepresidente de los liberales europeos y portavoz de CDC, Marta Pascal, están llamadas a tener un papel importante en esta nueva etapa del partido mayoritario de la política catalana, que debe acogerse a aquello de "reinventarse o morir".