Ante la cumbre del clima de París

El rol de las reservas de la biosfera

Las áreas para promover la conservación de los recursos naturales en todo el Mediterráneo son básicas

Imagen de Barcelona durante un episodio de contaminación, en el 2013.

Imagen de Barcelona durante un episodio de contaminación, en el 2013.

MARTÍ BOADA

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A los estudiosos sobre el cambio global, proceso dentro del cual está incorporado el calentamiento global, se nos pregunta a menudo sobre las certezas científicas de esta problemática, ¡incluso no es extraño que se nos llegue a preguntar si creemos en el cambio climático! Como si fuera una cuestión de fe. Desgraciadamente, nos encontramos ante la que se puede considerar la problemática ambiental global más notoria, sobre la que es urgente actuar con seriedad a escala planetaria, desde la acción local comprometida.

Dentro unos días empezará en París la Cumbre sobre el Cambio Climático COP21, la reunión anual de todos los países que quieren actuar por el clima, en la que es fundamental que estos países implicados lleguen a un acuerdo para establecer un compromiso internacional firme y vinculante para la reducción de los gases de efecto invernadero, y así llegar al objetivo establecido de limitar el aumento de la temperatura global en menos de dos grados centígrados. En Catalunya, el incremento en el último siglo ha sido de un grado.

De acuerdo con el IPCC (Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático), un aumento de temperatura global superior a dos grados tendría, entre otras cosas, un incremento del número de eventos climáticos extremos. En este sentido, en el año 2009 los países manifestaron en Copenhague su voluntad de limitar el calentamiento global a esos dos grados de aquí al año 2100. Con el fin de lograr este objetivo, se estima que las emisiones de gases de efecto invernadero (los llamados GEI) deberán reducirse entre el 40% y el 70% en el año 2050, así como alcanzar una tasa nula de emisiones de carbono a finales del siglo XXI.

En el contexto de la COP21, el Centro Internacional Unesco para las Reservas de la Biosfera Mediterráneas tendrá una participación activa en este evento, y concretamente dentro del Foro de Innovación Sostenible (Sustainable Innovation Forum, SIF15). El Centro Internacional Unesco para las Reservas de la Biosfera Mediterráneas, sede de la Fundación Abertis, está ubicado en el castillo de Castellet (Castellet i la Gornal, Barcelona), y fue oficialmente inaugurado por la directora general de la Unesco, Irina Bokova, en abril del 2014, siendo el primer centro de su tipo en el que se establece una colaboración público-privada en este ámbito. Impulsado por la Fundación Abertis y coordinado por el Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB), colabora estrechamente con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y su Organismo Autónomo de Parques Nacionales. El centro tiene como premisa conseguir los objetivos estratégicos del programa MaB (Man and Biosphere) de la Unesco, aportando asistencia técnica a través de la formación, la investigación y el establecimiento de redes para intercambiar información y conocimiento.

CONSERVACIÓN DE LOS RECUROS Y LA BIODIVERSIDAD 

La más reciente y principal contribución del centro desde su puesta en funcionamiento es la creación de la Red de Reservas de la Biosfera Mediterráneas, cuyo objetivo es promover la conservación de los recursos naturales, la biodiversidad y el desarrollo socioeconómico de la región. El Mediterráneo es único por su dimensión cultural, social y ambiental; y la Red trabaja para conectar diferentes reservas de la biosfera de la región, testando iniciativas en términos de sostenibilidad, conservación de la biodiversidad y adaptación de estrategias ante el cambio global, con especial énfasis en la participación de las comunidades locales mediante procesos participativos.

Así, el centro pretende convertirse en una plataforma para fomentar la cooperación científica y el intercambio de información entre las dos orillas del Mediterráneo. Con todo, el cambio climático es uno de los principales retos ambientales de hoy en día. Sus efectos son inequívocos y se espera que los impactos se agraven tanto a escala local como global a lo largo de las próximas décadas. Y precisamente las Reservas de la Biosfera son consideradas áreas de apoyo para la ciencia y la sostenibilidad, con un papel esencial en la lucha contra los desafíos del cambio climático al actuar como áreas de monitorización a largo plazo y espacios de demostración en términos de adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático. Este papel se centra principalmente en la promoción de buenas prácticas en una amplia gama de sectores, entre ellos la silvicultura, la agricultura, la ganadería, los paisajes, la gestión de los ecosistemas y la conservación, la gestión del agua, la eficiencia energética, el turismo, la educación, el transporte o la movilidad.