Nudismo en Madagascar

Ferran Monegal

Ferran Monegal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Antes de emitirse el capítulo de este domingo de Planeta Calleja (Cuatro), ya reinaba una notable excitación. Se había filtrado que en este episodio veríamos al actor Álex González en bolas. ¡Ahh!  Es tema. Hombre, la forma física de este intérprete, desde que debutó como protagonista en la teleserie El Príncipe (T-5), parece que subyugó  enormemente. Tratándose del mismo imperio televisivo (Mediaset), verlo ahora desnudito en  Cuatro puede entenderse como un complemento, un detalle, un regalo a la audiencia que tanto ha suspirado por él viéndole interpretar al agente Javier Morey. La estrategia del programa de Calleja, ante tanta expectación, ha sido dilatar el esperado momento. Primero, mientras circulaban por Madagascar, han calentado el ambiente preguntándole a Álex cositas sobre la hermosa actriz Hiba Abouk, que interpreta a Fàtima. Le decía Calleja, vivamente interesado: «Oye, en las tórridas escenas con ella, cuando estabais en la cama, ¿cómo controlabais todos los sistemas para que no se os disparasen?». ¡Ah! Es una formulación muy elegante: rezuma recato y prudencia. Y Álex contestó: «Primero pactas con tu compañera hasta donde quieres llegar»; y luego detalló que tenía siempre preparado un calcetín, color carne, con el que se cubría la zona «tapando y recogiendo toda la güevera». Sorprendente estrategia. Este calcetín parece la versión masculina de aquellos cinturones de castidad que los caballeros, al partir a las Cruzadas, colocaban a sus esposas, creyendo que así evitarían los cuernos.

Hablando de otras experiencias, fue interesante lo que dijo Álex González sobre su papel en la serie Tierra de lobos. En vista de que tenía que interpretar a un prepotente que llega a alcalde por trafico de influencias, Álex confesó a Calleja«Tenía que interpretar a un demagogo. Me inspiré en políticos de ahora. En Camps, concretamente». ¡Ah! Qué souvenir más espinoso para el expresidente de la Generalitat de Valencia.

Así, entre confidencias, los dos aventureros llegaron finalmente al norte de Madagascar. Y allí, en una cala de aguas turquesa, les entró un rapto nudista muy hermoso y se quedaron en bolas. Corrieron hacia el agua, alegremente. Fue visto y no visto. Solo enseñaron las mejillas de atrás, fugazmente. No sé si habrá producido decepción en la ilusionada audiencia. Cabe una esperanza: quizá próximamente inviten a Álex a participar en Adán y Eva.