Ante la nueva legislatura catalana

La infancia, una prioridad ineludible

Toda la sociedad del bienestar, y por tanto las instituciones, debe procurar que los niños vivan como niños y crezcan como personas

JOSEP ORIOL PUJOL HUMET

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Una nueva legislatura es siempre momento de esperanza y más en estos tiempos de especial trascendencia en Catalunya. La Fundació Pere Tarrés, que procura que los niños vivan como niños y crezcan como personas, los tiene bien presentes en su acción, reflexión y formación de profesionales y voluntarios. Por propia misión y por el contexto en que vivimos queremos compartir unas reflexiones con la voluntad de que la infancia sea prioridad en los próximos meses y años. Partimos, además, del dato de que más de un 25% de los niños y niñas viven bajo el umbral de la pobreza -rentas inferiores al 60% de la media-, un dato intolerable.

Catalunya debe favorecer radicalmente la igualdad de oportunidades. Esto significa un acompañamiento a los que no tienen las condiciones mínimas para avanzar como la sociedad normalizada. Significa formación y promoción de las familias con bebés en situación de vulnerabilidad procurando su inserción laboral, dignidad en la vivienda, así como los hábitos higiénicos, dietéticos y de gestión de un hogar que les permitan ser autónomos. De una inversión social bien hecha, evaluable, en los primeros años de la vida y en el entorno familiar ahorraremos costes, sufrimientos y consecuencias perversas de futuro.

Desde la red básica de servicios sociales y con el apoyo de profesionales hay que establecer una relación que haga crecer a madres y padres, les facilite medios a la vez que pacta pautas de comportamiento y fija condiciones. Seguro que hay paliar déficits alimentarios, energéticos, de vivienda, pero también hay que dar pautas y acompañar a la familia sobre la crianza de los hijos con compromisos evaluables por ambas partes y con la opinión de profesionales como los nuestros.

La capacitación de maestros y profesores

Una inversión fundamental es en la educación: conviene mejorar la capacitación de maestros y profesores, establecer contratos programa por los que se ofrezcan medios en función de resultados razonables para cada entorno. Se debe poder intervenir desde la propia escuela y desde centros abiertos previniendo y contrarrestando el fracaso escolar desde las primeras manifestaciones. Conviene atender el desarrollo del niño en todas las dimensiones, también la emocional, la físico-deportiva y el espiritual. Catalunya ha de promocionar la educación en el tiempo libre y sobre todo la que proviene de la sociedad civil desde el voluntariado, como complemento educativo, escuela de ciudadanía, espacio de promoción personal y de prevención. Con prudencia legislativa, sin querer reglamentar todo, con un soporte adecuado a los 'esplais' y grupos de escoltas y becas para que ni en verano ni en las colonias escolares «nadie se quede en tierra».

Un país desarrollado demuestra la calidad de su democracia con la atención al débil: becas, salud mental, correcta atención a los niños de 0-3 años, inversión en las infraestructuras escolares y de atención desde servicios sociales, prevención con alternativas sólidas al consumo de tóxicos... Y lo hace de acuerdo con una sociedad civil organizada que no debería sufrir por su subsistencia y que conoce, por proximidad a la realidad, las carencias y las políticas más efectivas. Concertar los servicios y ofrecer estabilidad a las entidades como medio para la atención a la infancia favorece la correcta atención y promoción que proponemos.

Dar protagonismo a las entidades

Es necesario reconocer y dar protagonismo a las entidades, colectivos, centros y grupos que trabajan a favor de la infancia en un barrio o municipio. Debe ser un mandato de obligado cumplimiento que las instituciones educativas públicas, los servicios sociales y los diferentes dispositivos que trabajan con la infancia, hagan una tarea coordinada y en condiciones de igualdad con las entidades sociales y los centros socioeducativos de iniciativa privada o social.

Sin descartar que sea necesario, en algunos casos, articular medidas específicas hacia este colectivo, reclamamos la necesidad de que la infancia sea abordada desde una perspectiva transversal en todas las políticas sociales, educativas, sanitarias, jurídicas...

Catalunya, con las leyes de educación, de infancia, incluso con las políticas de fomento del empleo, ya tiene un marco normativo moderno y que puede ser eficaz. Se trata de trabajar con rigor, teniendo presente la prioridad, con un 'consenso de país' y dotándolo del porcentaje del PIB con que atendemos el futuro los países más desarrollados. En momentos de ilusión colectiva, de inicio de una nueva etapa, hay que superar cierto sentido del imposible fijándose metas osadas. Toda la sociedad del bienestar, y por tanto las instituciones, debe procurar que los niños vivan como niños y crezcan como personas.