El proceso soberanista

El 'seny' no vale como excusa

La sensatez es uno de los principales activos de la revolución de las sonrisas que vive Catalunya

ERNEST BENACH

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El lema de los castellers es castellersForça, equilibri, valor i senyJosep Anselm Clavé escribía en 1863 un poema dedicado a los Xiquets de Valls en el que, en uno de sus versos, utilizaba estos cuatro conceptos para definir la actuación de los castellers. Y el verso quedó como principal señal de identificación del fet fetcasteller

Se habla de seny en el mundo casteller, cuando todo el mundo sabe que es una actividad que tiene un componente de riesgo importante. Pero precisamente la sensatez es uno de los factores clave para minimizar el riesgo. Planificar cómo hacer un castell, ensayarlo hasta la extenuación, hacer las cosas de la manera más adecuada, tener la pinya que necesitas, poner a las mejores personas en sus lugares, saber contar con todo el mundo, tener proyecto colectivo de futuro, crear ambiente de colla(es decir, de grupo)... podrían ser ejemplos de lo que significa actuar con seny en el mundo casteller.

Incluso los más profanos en la materia saben que los castells han hecho una gran progresión en las últimas décadas, una progresión espectacular. Ha crecido el número de grupos, se hacen castells más difíciles, se ha mejorado la técnica y el fet casteller se ha convertido en patrimonio de la humanidadfet casteller. Y todo ello se ha conseguido en muy poco tiempo. La variable del progreso alcanzado en relación al tiempo invertido es brillante. Y todo ello ha pasado porque se han hecho las cosas con seny. Mucha gente en muchas ciudades y pueblos de Catalunya, a partir de un objetivo común ha hecho progresar uno de los elementos más representativos de la cultura catalana. Y lo ha hecho básicamente con cordura. Que quede claro, pues, que el seny ni tampoco de no plantearse objetivos ambiciosos, ni mucho menos de tener que renunciar a alcanzar grandes metas por los riesgos que conllevan. El mundo casteller se avanza, se progresa como nunca, se crece mucho y a velocidad de crucero, y los riesgos se saben minimizar porque las cosas se hacen bien.

Parece que en el panorama político de Catalunya se quiere imponer la percepción de que actuar con seny es sinónimo de actuar con prudencia, casi con temor, por lo que puede pasar. senyY también parece que se pretende identificar el seny con la manera como siempre se han hecho las cosas. Incluso, en este intento de perpetuar esta cierta manera de actuar se pretende confundir el seny con la centralidad política. Pero lo que no saben, ni admiten, los que defienden esta equivalencia seny/centralidad es que hoy la centralidad política ha abandonado los parámetros del siglo XX, que hoy la centralidad ya no es sinónimo de centro político, y que hoy la centralidad va descaradamente del brazo del soberanismo y las posiciones que van del centroizquierda hacia la izquierda en nuestro país. Es aquí donde se puede encontrar más fácilmente el seny. En cambio, es difícil encontrarlo allí donde las renuncias son la mochila que se arrastra desde tiempos inmemoriales.

Jordi Carbonell, el 11 de septiembre del 1976 en Sant Boi, lo dijo con claridad meridiana: «Que la prudencia no nos convierta en traidores». Talmente parecía una premonición de lo que representaría al cabo de los años la Transición. Y aún hay gente en nuestro país que ha confundido prudencia con seny, que cree que el curso normal de las cosas, también de la política, no ha variado y que las secuencias y los circuitos de la política son los de siempre. Y no es así. El seny que han acabado por confundir sensatez con renuncia y que no entienden que la sensatez en ningún caso se puede utilizar como la excusa para impedir el progreso natural que cualquier nación necesita.

Catalunya vive una situación excepcional. Son momentos muy difíciles, y ante momentos complejos las respuestas que dé el país deben estar a la altura. El seny, a ir más allá, a no quedarse quietos. La situación es irreversible, y ya solo hay que ver cómo se sucederán los acontecimientos. Y aquí radica una parte importante del éxito de las movilizaciones que los últimos años han caracterizado al movimiento soberanista en Catalunya: el seny. Millones de personas en la calle y ni un solo incidente es la máxima prueba, pero la organización, la manera de hacer y el tono de los discursos constituyen otras muestras. Es muy significativo que el seny Como hasta ahora.