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I+D+i para que fluya el agua

El coste energético es un factor que limita la depuración y desalinización, según la opinión de seis especialistas convocados por EL PERIÓDICO

I+D+i para que fluya el líquido_MEDIA_1

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AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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El agua es imprescindible para la subsistencia y el desarrollo. Los retos son obtenerla al ritmo que requiere la población y la economía y con el menor coste energético posible. El objetivo es la eficiencia, lo que requiere investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Dado que los recursos son escasos, una de las opciones es la colaboración público-privada, tanto para desalinizar como para la depuración o la reutilización. En cualquier caso no hay una única solución, sino una combinación de todas y cada caso requiere la suya.

PERSPECTIVAS

Una demanda que crece demasiado veloz

El director de I+D+i de Acciona, Jorge Malfeito, introduce el tema: Dos tercios de la población mundial vivirán bajo la presión de la escasez de agua en el 2025. «Las fuentes alternativas y un mejor reparto son fundamentales», agrega. En todo caso se avecina «una tormenta perfecta» para aquellas fechas, con complicaciones tanto con el agua como con la energía y los alimentos, añade Damià Barceló, director del Institut Català de Recerca de l'Aigua (ICRA). «Cada año el mundo suma 80 millones de habitantes más, equivalentes a una Alemania». Y eso requiere una agricultura más eficiente y mejorar las tecnologías para que no falte el agua, agrega.

ALTERNATIVAS

De la desalinización a la reutilización

La desalinización es una de las alternativas destacadas para obtener agua suficiente, destaca Malfeito. Está previsto que a nivel mundial, hacia el 2025 o 2030, se duplique la producción por este sistema. Más del 97% del agua de la tierra se encuentra en los océanos. Además, hoy, las tecnologías para estos procesos «han llegado a un alto grado de sofisticación», dice Malfeito. Pero también están la depuración o la reutilización.

Eloy García Calvo, miembro del consejo de la Asociación Española de Desalación y Reutilización (AEDyR), recuerda el papel del agua residual que, en un 99% es pura y en apenas el 0,5% o 1% requiere tratamiento y puede reconvertirse en un recurso energético o para recuperar nitrógeno o fósforo, «que se está agotando como recurso». Igualmente, Antonio Casañas, de Dow Chemical Ibérica, Dow Water & Process Solutions, afirma que aparte de tratar el agua de mar, «para muchos procesos industriales hay que pensar en purificar aguas residuales». En esto, en especial en el uso incluso como agua de boca, agrega, «nos aventajan Singapur o Namibia».

COSTES

Un consumo de kilowatios en declive

El coste energético es un reto esencial para avanzar. El conjunto de desalinización ha reducido sustancialmente el coste de su consumo hasta los 3,5 o 4 kilowatios por metro cúbico, desde los 8 en los que estaba, pero «queda trabajo por hacer», afirma Malfeito.

José Antonio Arias, director de mantenimiento de ATLL, destaca el papel que ha de jugar la eficiencia energética. «A nivel mundial, el 7% del consumo de la energía se da en el ciclo del agua. Y solo puede crecer» como consecuencia de los requerimientos legales y el uso de la tecnología, agrega. Y es que «cada kW que ahorramos es mucho más que cada uno que se produce porque el sistema tiene pérdidas del 6% al 8%. Por tanto es un kW muy valioso». En el suministro, la energía supone en torno a la mitad de los costes y no bajará: Este mes, el precio de la electricidad es un 20% más elevado que hace un año, explica.

Lucas Moragas, jefe del departamento de servicios y eficiencia energética y miembro de la comisión de I+D+i de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), recuerda que los costes energéticos del suministro de agua en Catalunya han subido desde los 0,02 kWh por metro cúbico de los años 60 y 70 hasta los 3,60 de media de las desalinizadoras actuales. Suponen un coste anual de un 75 millones.

En saneamiento, por su parte, el consumo energético es de unos 35 millones de euros, frente a 400 millones que se ingresan con el canon del agua. En todo caso, el nivel de autosuficiencia energética llega en algunos casos al 100%. «Es en esa vía en la que debería incidir el I+D+i», asegura Moragas.

En una línea similar, García Calvo, de la AEDyR, afirma que «la tendencia en la reutilización del agua es hacia las plantas autosuficientes energéticamente, que ya existen». Y recuerda el caso de unas instalaciones cercanas a la ciudad austriaca de Innsbruck que, desde el año 2005 o 2006 alcanzan una producción del 108% con respecto a sus necesidades.

Malfeito destaca el peso que ha de tener la I+D+i, no solo en el proceso completo de unas y otras tecnologías sino en sus diferentes partes, tanto en la desalinización como en la depuración. «Todo lo que se investiga para reducir costes energéticos es fundamental», sea mediante un menor empleo de kilowatios o con el uso de energías como las renovables o el biogás para los procesos, sentencia el representante de Acciona Agua.

INVESTIGACIÓN

Del ahorro de consumo a la inventiva

Los proyectos de I+D+i de Acciona abarcan tanto la desalinización como la deupuración. En el primer caso van desde el control y reducción del consumo energético hasta los sistemas de control avanzado. En el apartado de la depuración, desde la minimización de los fangos a la calidad del agua potable y depurada, explica Malfeito.

Partiendo de la base de que los impactos de un cambio climático que está aquí «hay que mitigarlos», Damià Barceló advierte tanto de lo que hay que hacer como de lo que no hay que hacer. Por ejemplo, «no hay que pinchar los acuíferos profundos para regar» por escasez de agua, como se hace en California (EEUU).

A nivel local, en Catalunya y, en especial en el área de Barcelona, «se ha aprendido bastante» a tratar agua, como la del río Llobregat, de elevada salinización y en una zona muy poblada. Barceló ve aún mucho margen de investigación en el tratamiento de aguas residuales y potables.

José Antonio Arias, director de mantenimiento de ATLL, destaca que todos los proyectos que lleva a cabo su compañía incorporan un anexo energético, dado el peso de esa variable en los costes, y subraya la distribución de agua en Barcelona y su área de influencia como «un modelo a tener en cuenta». Y destaca la eficiencia y eficacia de las redes como elementos básicos en todo este proceso.

INVERSIÓN

Alianza entre el sector público y el privado

Los proyectos de I+D+i de Acciona abarcan tanto la desalinización como la depuración. Y puede hacerse desde el sector público y del privado entre ambos, afirma Malfeito. En todo caso, a nivel de la UE «ha habido un reenfoque ha ido desde proyectos más básicos a los orientados hacia su aplicación en el mercado».

Desde Bruselas, indica Malfeito, se apunta a la compra pública innovadora y la reorientación de los concursos públicos. «No se puede aplicar mucha investigación cuando los concursos de depuradoras no son a largo plazo». Además «las licitaciones de operación y mantenimiento se adjudican a la oferta más barata y eso hace difícil el I+D+i». En las desalinizadoras los contratos son, en cambio, a más largo plazo, lo que sí facilita la investigación y el desarrollo.

Arias recuerda que, en todo, caso, la necesaria colaboración público privada debe basarse en una relación a medio o largo plazo para que funcione. Moragas, de la ACA, destaca que el 4% del territorio pendiente de saneamiento requiere 1.100 depuradoras y una inversión de 700 a 800 millones de euros. En todo caso, es necesario, agrega, cambiar la concepción del modelo lineal clásico por el de economía circular, «no pensando en los residuos como tales sino en recursos para otro ciclo».

García Calvo considera que en la pequeña parte de Catalunya que necesita inversiones de saneamiento «existe campo para aplicar métodos no convencionales». Barceló, por su parte, considera que existe un sistema de depuradoras que funcionan de forma diferente, lo que reduce la eficiencia y «lo lógico» sería mejorar lo que se tiene para que funcionen de la manera adecuada. Y en lo que respecta a la reutilización del agua, esta debe ser «para según qué usos porque aparte de la barrrera psicológica, existe un tema de salud , que es una barrera legal». En todo caso, agrega este experto, «hay que cambiar el chip». Una de las partes más positivas, según Casañas, es que «las multinacionales han visto hace tiempo que es rentable la inversión en sostenibilidad» y, además, por ejemplo de las 20 empresas que en el mundo se dedican a construir desalinizadoras, ocho son españolas. Es, por tanto, un sector muy competitivo.

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