La lista civil y La Banda Impossible

La lista civil y La Banda Impossible

La lista civil y La Banda Impossible / periodico

SAÜL GORDILLO

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El sábado por la noche actuó en Canet Rock una mezcla de músicos de grupos catalanes bajo el nombre de La Banda Impossible. Una actuación inédita de Natxo TarrésRoger Farré Oriol Farré (Gossos), Jofre Bardagí (Glaucs), Quim Mandado (Sangtraït), Cris Juanico (Ja t'ho diré), Lluís Gavaldà Joan Reig (Els Pets), Pemi Fortuny Pemi Rovirosa (Lax'n'Busto) y Eduard Font (Glaus y Sopa de Cabra). Lejos del escenario, en una mesa del recinto de Estrella Damm, miembros del 'secretariat nacional' de la Assemblea disfrutaban de la noche de verano tomando alguna cerveza mientras discutían qué respuesta daría la entidad al 'president' Artur Mas.

La consulta interna de la ANC había ofrecido el mismo sábado un resultado aplastante a favor de la unidad y la intervención en el proceso electoral del 27-S. El posicionamiento previo de Òmnium -sí a participar en una lista civil por la independencia, pero sin políticos-, en la misma dirección de la propuesta formulada por Oriol Junqueras, había dejado a la ANC en el punto de mira. ¿Cómo reaccionaría Jordi Sánchez y la ANC para interpretar el resultado de la consulta interna? Sánchez era partidario de una lísta única encabezada por Artur Mas, y así lo expresó el domingo en Catalunya Ràdio. La Assemblea se mantenía más cerca de los posicionamientos de Mas que de los de Junqueras y Òmnium, de tal manera que el movimiento de este martes del diputado de la CUP Quim Arrufat desde el atril del Parlament ha supuesto un revulsivo, un golpe de timón, entre los independentistas.

Cuando la CUP se abre a una lista civil por la independencia sin políticos en activo y con el compromiso de unas elecciones constituyentes immediatamente posteriores -2 meses después del 27-S, tras la proclamación de independencia por parte de un hipotético Parlament con mayoría de la lista civil- cambia por completo el escenario político. La CUP con ERC, y tras horas de discusión del 'secretariat nacional' la ANC ha decidido la madrugada de este martes pronunciarse a favor de una lista civil sin políticos en activo para proclamar la independencia -es decir, obtener el plebiscito que no fue posible en la consulta del 9-N, convertida en 'proceso participativo'- y convocar elecciones constituyentes al cabo de dos meses, con todos los partidos por su cuenta.

El período de 2 meses y la retirada de los políticos en activo, una de las claves de la discusión que mantenían los miembros de la ANC en la mesa más lejana del escenario del Canet Rock, pretende quitar a Mas de la pugna del 27-S y desarticular el voto anti-recortes y anti-'president' de una candidatura de izquierdas con Podemos e ICV que amenaza demoscópicamente todas las opciones electorales independentistas. Sin Mas, el mundo del 'sí se puede' quedaría, en parte, desarticulado. Pero que Mas no vaya en la lista no quiere decir, por lo efímero de la legislatura parlamentaria de 2 meses, que no sería necesario elegir a un nuevo 'president' o presidenta, de tal manera que el actual ejecutivo podría mantenerse en funciones hasta la celebración de las elecciones constituyentes de principios del 2016.

ANTECEDENTES DESDE EL 9-N

Mas lanzó la idea de una lista única el 25 de noviembre del 2014. Se trataba, por la escenificación y sorpresa de la propuesta, de una 'opa' en toda regla a Oriol Junqueras, ya que CiU aceptaba una lista separada de la CUP. La negativa de ERC a ceder ante Mas con el argumento que una lista soberanista para convencidos difícilmente podría ampliar el perímetro tradicional del independentismo y las tensiones en las entidades independentistas generó, con la resaca del 9-N, semanas y meses de enfrentamientos que se zanjaron el pasado 14 de enero con un pacto 'in extremis' entre Mas y Junqueras con Muriel Casals (Òmnium), Carme Forcadell (ANC) y Josep Maria Vila d'Abadal (Associació de Municipis per la Independència) como testigos. El pacto fijó la fecha de las elecciones para el 27-S -más tarde de lo que quería Junqueras- y con 3 listas independentistas separadas pero con la neutralidad de las entidades soberanistas -lo que no quería Mas, que cedía a lo de la candidatura unitaria-.

El pasado 20 de junio, pocos días después de la ruptura entre CDC y la UDC de Josep Antoni Duran Lleida, Mas pronunció un mitin en Molins de Rei para lanzarse como candidato independentista el 27-S. Incumplió uno de los acuerdos del pacto del 14 de enero en el Palau de la Generalitat y volvió a insistir en la lista única con el apoyo de la ANC, Òmnium y AMI. Dijo que no se trataba de una 'lista del president' sino de una 'lista amb el president', e incluso se mostró dispuesto a no figurar en ella o hacerlo en un lugar secundario de la lista -si es diputado puede ser elegido 'president' porque para presidir la Generalitat hay que ser electo, condición que no se requiere a los otros miembros del Govern-. La 'cabriola' de Mas fue interpretada como una maniobra para volver a presionar a Junqueras, no como un anuncio sincero, por parte de algunos sectores de las entidades soberanistas.

La semana pasada, el 1 de julio, en una entrevista en Onda Cero, Oriol Junqueras sorprendió a todo el mundo superando la 'apuesta' del 'president'. ERC prefería el escenario del 14 de enero -tres listas independentistas con un punto común en el programa y neutralidad de las entidades soberanistas- pero estaría dispuesta a no concurrir el 27-S si se garantizaba el carácter plebiscitario con una lista de la sociedad civil sin políticos en activo. Es decir, aceptaba el guante de Mas pero con la condición de la retirada como candidatos del 'president' y del propio Junqueras. El objetivo sería impedir el voto anti-Mas y rascar apoyos en la sociedad civil al margen de las siglas de los partidos. El movimiento de Junqueras descolocó a los opinadores más cercanos a CDC, que hasta la fecha se habían dedicado a criticar el 'partidismo' de Junqueras.

El comunicado de Òmnium daba alas a Junqueras, pero la consulta de la ANC parecía que podía envalentonar a Mas. Y en esas que la discusión nocturna de los miembros del 'secretariat nacional' de la ANC sirvió la madrugada del sábado a domingo para desatascar el embrollo independentista. La idea no deja de ser original. Una lista sin políticos para la proclamación de independencia, legislatura de 2 meses, Mas de 'president' en funciones hasta la celebración de unas elecciones convocadas por él para principios del 2016 -al entorno de la fecha que él había apuntado para su retirada política- y unos comicios 'constituyentes' con todos los partidos participando. 

En Twitter, la idea provoca un debate encendido pero entre los más hiperactivos del ciberindependentismo ha causado cierta ilusión. En las tertúlias, desconcierto absoluto. Entre los partidos del llamado 'bloque unionista', ironía y cierto cachondeo. Ahora la decisión depende de Mas, y ya empiezan a saltar voces del entorno de CDC que parecen 'comprar' la operación. Toda la excitación inyectada por CDC tras la conferencia de Mas en Molins de Rei empieza a tener su efecto bumerán. La presión está sobre Mas, y algunos de su partido le reprochan que los últimos movimientos no los consultara internamente. 

Los profetas del apagón del suflé independentista tendrán mucho trabajo estas semanas de verano.