Ventana de socorro

Teatro del Barrio

La elección de los nuevos responsables municipales de cultura será ahora crucial

ÁNGELES GONZÁLEZ-SINDE

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Brecht creía que el teatro debía apelar no a los sentimientos de los espectadores, sino a su razón. Debía entretener, pero ser capaz de promover el cambio social. A los actores, más que identificarse con los personajes, les pedía que se empaparan de realidad en fábricas, tribunales, hospitales, escuelas para expresar con conocimiento de causa el comportamiento de sus contemporáneos.

El sábado muchos celebraban sus nuevos despachos municipales y yo fui al teatro donde Willy ToledoLuis Bermejo y Alberto San Juan nos proponían la historia de un individuo, pero también de todo un país. Con la rara habilidad de los buenísimos actores, nos hicieron testigos y partícipes de escenas que solo conocíamos de segunda mano. No es lo mismo estar allí a que te lo cuenten. Es el poder del teatro. Sobre el pequeño escenario del Teatro del Barrio de Madrid vimos al rey Juan Carlos niño que a los 10 años es presentado al dictador Franco, al adolescente que accidentalmente mata a su hermano, pero también el monarca anciano lleno de achaques que no encuentra sentido a una vida cuyo único sentido fue recuperar la corona siguiendo el mandato de su padre, Don Juan de BorbónCebriánSuárezFelipe GonzálezMartín VillaTejeroCarrero BlancoKissingerChicho Sánchez Ferlosio y hasta Fernando Trueba acompañan al Rey que unas veces es interrogado y otras interroga cuando no comprende los cambios sociales que amenazan su estabilidad.

Sería muy bueno que este teatro que roza el periodismo, pero es mucho más poderoso pues está cargado de vida, girase por toda España ahora que los nuevos alcaldes y alcaldesas quieren impulsar otro modo de gobernar. Fuera de Madrid y Barcelona, los pocos teatros son públicos, así que la elección de los responsables de cultura será crucial. En sus manos está la selección de los testimonios del estado del mundo que los espectadores-ciudadanos podremos ver. No es una responsabilidad pequeña. Que Brecht les ilumine.