La clave

Colau y Sabater, dos traspasos

BERNAT GASULLA

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La futura alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, comenzó la semana en el centro de una foto. Era la firma del compromiso por el que la capital de Catalunya cerraba filas a favor de la continuidad del Mobile World Congress. Este diario utilizó la locución disipar dudas para definir la postura de la líder de Barcelona en Comú, que vino a acallar muchos recelos sobre la responsabilidad de su futura acción de gobierno.

Hay quien quiso ver también en aquel acto de consenso político (del cual se autoexcluyó la CUP) el inicio de la claudicación de la utopía asamblearia ante el peso incontestable de la política real en una institución tan potente como el Ayuntamiento de Barcelona.  Colau y su equipo han querido cerrar la semana con toda una declaración de intenciones para conjurar esos temores. Los negociadores del traspaso de poderes con el aún alcalde Xavier Trias se encargaron ayer de hacer pública la revisión de cuatro expedientes de peso abiertos por el anterior gobierno local: el recorte de la duración del contrato con Telefónica, la reestructuración del organigrama de la empresa Fira 2.000, el frenazo a la ampliación del centro comercial La Maquinista y el replanteamiento de la financiación de la deuda municipal.

Volver las tornas

Colau, pensarán muchos, tragó con el congreso del móvil y ha querido volver las tornas con otras carpetas del traspaso con Trias que aparentan encajar más con la agenda de la formación que ganó el 24-M.  Otros preferimos pensar que estamos teniendo la suerte de presenciar un relevo en la plaza de Sant Jaume ejemplar por transparente, pese a las denuncias iniciales sobre firmas ocultas de contratos que podían comprometer la autonomía del nuevo gobierno. Habrá tensión, seguro, pero las zancadillas, las firmas subrepticias y las alianzas contranatura se han dejado para otra ocasión.

Es inevitable comparar este traspaso con el de la tercera ciudad de Catalunya, Badalona. Tras cristalizar el pacto de izquierdas por el que Dolors Sabater será investida alcaldesa, todos temen un tortuoso, torticero y escurridizo intercambio de poderes. Depende de Xavier García Albiol.