Tribuna
La hora de Unió
El anuncio del adelanto electoral formulado por el presidente de la Generalitat lleva implícito un emplazamiento a los partidos políticos del arco parlamentario catalán para que se pronuncien sobre la continuidad del llamado procés en la próxima legislatura. De entrada, la respuesta a este emplazamiento ha dibujado dos bloques nítidamente diferenciados: a un lado encontramos las fuerzas políticas que en la presente legislatura se han manifestado hostiles, incluso contra el propio derecho a decidir. En el otro lado, el conjunto -afortunadamente diverso- de formaciones que apostamos por el derecho a decidir y que tenemos visiones diferentes, tanto respecto al horizonte final del proceso como sobre la manera de conducirlo.
Unió Democràtica de Catalunya forma parte activa y comprometida de este segundo bloque. Estamos en él desde que suscribimos un programa electoral que, además de aspectos tan esenciales como la recuperación económica y la preservación del estado del bienestar, nos compromete a trabajar por el derecho a decidir y para superar la actual situación que vive Catalunya, que consideramos insostenible. En Unió Democràtica de Catalunya hemos cumplido a rajatabla los compromisos contraídos. A partir de lo que somos y del cumplimiento de la palabra dada enfocamos la respuesta al emplazamiento del president, Artur Mas. Y lo hacemos -aspecto muy relevante- a través de una consulta interna -un militante, un voto-, que constituye un ejemplo de verdadera radicalidad democrática.
¿Y qué es Unió? Somos un partido político con una doble e indisociable condición: por un lado, una fuerza política de raíz nacionalista y, por otro, una formación de inspiración humanista y socialcristiana. En coherencia con esta doble realidad que define nuestra identidad, dibujaremos nuestra respuesta. Y decimos nuestra respuesta porque eran varias las opciones a nuestro alcance. Podríamos haber trabajado una propuesta de hoja de ruta en la tabla de las entidades soberanistas con CDC y ERC, pero lo desestimamos por profundizar mejor en lo que creemos que puede ser nuestra aportación. Desde el respeto más escrupuloso al acuerdo CDC-ERC, nuestra opción metodológica ha sido otra, precisamente porque nuestra propuesta de contenidos no lo sigue punto por punto.
También podríamos haber optado por algo más simple y posiblemente más cómodo, como habría sido pronunciarnos sobre la propuesta de terceros con un sí o un no. Lo desestimamos por la misma razón: nos habría impedido enriquecer el llamado procés con una aportación que ensanche el abanico de fuerzas comprometidas. Por estas razones, en su día decidimos hacer nuestra propuesta y dar la voz en este proceso a la totalidad de la militancia. Es un ejercicio de radicalidad democrática que no hará ninguna otra formación política, lo que es una paradoja precisamente por el tema que nos ocupa: el derecho a decidir. En este sentido, podremos decir que, en Unió, el derecho a decidir empieza en casa.
Por eso queremos poner en valor el proceso que nos conducirá hoy mismo a formular el texto de la pregunta que someteremos a toda nuestra militancia. Tras una rueda de conversaciones con los integrantes del comité de gobierno, nos pronunciaremos en nuestro máximo órgano ejecutivo y fijaremos los términos de la pregunta que formularemos a los hombres y a las mujeres de Unió Democràtica de Catalunya llamados a las urnas el domingo 14 de junio. Entre hoy mismo y el 14-J nos proponemos llegar a todos los rincones del partido para debatir y orientar conjuntamente nuestro futuro.
Somos plenamente conscientes de que se nos reclama que formulemos una pregunta clara, explícita y nítida. Tenemos que decir que así será, por muchas razones. La primera, porque del resultado se debe desprender cuál es la aportación precisa y concreta que queremos hacer desde Unió Democràtica para el desarrollo del proceso de cara a la próxima legislatura. En este sentido, queremos desvanecer la duda que en algún momento haya podido planear sobre la posible ambigüedad de la pregunta. Sin tapujos: la dirección de Unió busca un mandato claro, sin ambigüedades, del conjunto de la militancia con respecto a una cuestión crucial no solo para nuestro partido, sino, sobre todo, para Catalunya.
Compartimos totalmente las voces que manifiestan que los partidos somos instrumentos al servicio del país. Precisamente por este motivo, y en un momento complejo como el que estamos viviendo colectivamente, nuestro instrumento -la herramienta para nosotros es Unió Democràtica de Catalunya- debe ser capaz de agregar, de sumar, las diferentes sensibilidades que tenemos en nuestro seno y a partir de ahí, proponer. La diversidad de acentos presentes en Unió Democràtica, lejos de debilitarnos, constituye un elemento enriquecedor desde el momento en que nos hace muy parecidos a la sociedad no menos plural a la que servimos. Es la hora de Unió.
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